Capítulo 1:
Había escuchado el llamado de Dios desde muy temprana edad. Sus padres lo habían obligado a asistir al único colegio católico de New Orleans para gente mestiza y el se mimetizo con aquella cultura, adoptándola como suya. Sintió fascinación por aquella figura imponente, que inspiraba terror y miedo por dónde iba. Poderoso, tenía arrebatos de ira que, si quería, destruía el mundo y todos con él. Siguió las reglas estoico, rezando día y noche para conseguir aquel poder en sus manos, quería conquistarlo todo a su paso, guiando a los pobres diablos que tenía que ver día a día por el camino de la redención y la verdadera religión. Pero todo cambio al conocer al culto "Los flagelantes" ellos explotaban los deseos mundanos del ser humano y luego se arrepentían infringiéndose heridas que sangraban tristes en la oscuridad. Aquello era lo suyo, empezó a desatar el deseo oculto que había tenido desde que era un infante: matar. Empezó con su padre, un hombre alcohólico, violento y maltratador. Disfruto enterrar el cuchillo en su tierna carne y ver cómo la sangre se desparramaba por todas partes. Después se arrepentía, golpeándose con un látigo, que disfrutaba de sobremanera. Aquel ardor, aquella sangre color carmín que le escurría por la espalda, el dolor ciego que le hacía sentir vivo ¿Qué se sentiría probar las carnes? No pudo contenerse y mientras mas profundo caía, más daño se infringía.
Su madre, orgullosa le indico su deseo de que se hiciera sacerdote y él, como la amaba con locura, no dudó en hacerle caso. Renuncio al sexo, la familia y se consagró en gracia al señor. Era fácil cumplirlo, ningún humano le había llamado particularmente la atención, solo al verlos sufrir frente a su cuchillo podría sentir una especie de placer oculto en su vientre. Su modelo a seguir y el padre superior de su congregación lo designó a un pequeño pueblo donde su misión era llevar el evangelio a todos los rincones del planeta. No estaba lejos de la ciudad principal, era una comunidad de esclavos y negros en casi su totalidad. A las afueras de la ciudad había una gran mansión de un hombre italiano que tenía mala reputación, se decía que era de la mafia pero que el no le tomó importancia mientras no interfiera en su labor. Siguió cometiendo crímenes, autolesionándose y construyendo una gran iglesia y una casa de acogidas. Allí logro levantar una escuela y un hogar para niños abandonados, les enseñaba un oficio, educación básica y los mandaba más o menos preparados al mundo. Allí se enteraba de lo peor del ser humano, la peor escoria posible. Padres abusivos y madres prostitutas que el no dudaba en cazar y convertirlas en una de sus bellas obras manchadas de sangre e interiores. Su vida era plena, estaba haciendo un bien en la sociedad, rezaba y hablaba con Dios todos los días, jamás pensó que bastaba tan solo una persona para llevar su mundo patas arriba y disfrutar aún más de tortura y el auto castigo.
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A las afueras de la ciudad se encontraba la gran mansión de los "Russo" conocida familia dentro del bajo mundo, por ser los líderes de la mafia, junto con Al Capone. El gran Henry, patriarca de la familia, se codeaba con las familias más poderosas de todos los estados, el controlaba New Orleans y la trata de esclavos. Era millonario y no dudó en encontrar una esposa que lo acompañará. Una mujer frágil, de apariencia enfermiza, test blanca y cabellos rubios. Tuvieron tres hijos. El mayor Andrew, sanguinario, controlaba los negocios con mano dura, se había ganado la confianza de su padre y por ello era quien tenía mayor autoridad. Molly la única mujer, atrapada en un ambiente violento no le quedó de otra que casarse con un hombre de una familia influyente para que los negocios pudieran surgir y crecer. Anthony, su gemelo, pobre alma atormentada, amaba a su hermana, drogadicto, era el matón de la familia. Le mandaban a hacer todos los trabajos sucios, mientras los demás se lavaban la amamos a él le tocaba matar a los infelices que los traicionaban. Se enfermo, empezó su adicción a temprana edad, algo que Molly lamentaba hasta lo más profundo de su alma, se amaban, tenían una conexión especial de gemelos y se sentía culpable por dejarlo solo en ese mundo. Anthony confiaba en ella y no se alegró nada cuando ella tuvo que casarse, pero entendía que esa era su misión.
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"El padre"
Short Story"Seguir a Dios fue algo natural para él, entregando su alma y vida a aquella causa" Radiodust 🦌🕷️