Spreen y Missa

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Ando trabajando con la beta reader mas preciosa del mundo pa' retomarlo, les tqmll


El receso había dado comienzo, Quackity y Mariana se habían adelantado a la cafetería mientras que Missa fué al salón de cierto híbrido y se acercó hasta su pupitre

— Hey, pss, Spreen

El joven, quién dormía sobre su banca se despertó de mal humor estando preparado para otorgarle una piña a la persona que interrumpía su sueño, al menos hasta que distinguió la voz de Missa y solo sonrió de forma cansada 

— ¿Qué pasó Miss? ¿Todo bien?

— ¿Qué trajiste para el almuerzo?

— Un porro y un mango

— ¿En serio?

— No

— ¿De verdad?—levantó la ceja mirándolo escéptico.

— Mentí con lo último,no me gustan los mangos— Missa suspiró con pesadez y se dió una palmada en la frente mientras que su contrario rió ante su reacción.

— Nah, es joda, traje dos barras de chocolate y  cuatro litros de agua para aguantar el entrenamiento,ya sabés que no me gusta traer tantas cosas en la mochila.

— Y a mí no me gusta que el jugador estrella no se alimente adecuada y balanceadamente, así que te traje ésto— colocó una bolsa de papel frente a él con el pequeño detalle de un osito dibujado, Spreen abrió los ojos sorprendido y alternó su foco de atención mirando primero la bolsa y después a Missa, negó con la cabeza

— No puedo aceptarlo capo, siempre me traes comida, además ya te había dicho queme siento re mal por vaciarles la alacena a tí y a tu vieja

— Hablé con mi mamá de ésto y ninguno de los dos tenemos problemas con ello, además nos has ayudado muchas veces en la casa sin pedir nada a cambio,de verdad, acéptalo por favor; que te lo preparamos con mucho cariño.

El más alto sacó cuidadosamente una caja de comida y al abrirla se encontró primeramente con una serie de uvas y pasas acomodadas en forma de oso lo que inevitablemente le hizo sentir calidez en el pecho pues se sentía inmensamente querido.

En su hogar la situación era complicada pues sus padres tenían conflictos constantemente porque mientras uno quería una vida tranquila y rutinaria, el otro quería salir constantemente y vivir al máximo como si fuese adolescente todavía, conflicto que de una u otra manera le terminaba afectando al pelinegro aunque aparentaba indiferencia ante todo y se refugiaba en su cuarto haciendo ejercicio,jugando, escuchando música o simplemente durmiendo, cuando las discusiones empeoraban salía por la ventana e iba a la casa de Missa o armaba un plan para quedar con sus amigos del club, cualquier lugar era mejor que su hogar.

— Oye Miss, ¿Ya vas de regreso a tu casa?

— Sí,¿por qué?

— Sé que no te gusta el fútbol ni eso, pero ¿No querés quedarte un rato a ver el entrenamiento? Vamos a tener un partido corto entre los del equipo y...no sé,igual es una pelotudez, pero me gustaría que estuvieras ahí

— ¿El sub-capitán me está invitando a ver el entrenamiento? Vaya que me siento honrado, claro, me quedaré un rato, veré si puedo convencer a Quackity para que también se quede

— ¿A quién?

— A Alex,pues

— Ahh, el boludito de la gorra, a veces me olvido de que existe

— Es mi mejor amigo y de hecho le debes dinero

— ¿Posta?, Ey pará, ¿Cómo qué tu mejor amigo? Yo soy tu mejor amigo

I'm too cool for schoolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora