Día libre

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— Ya terminamos de cortar la maleza del jardín— se limpió el sudor de su frente con el antebrazo y suspiró aliviado al ver el trabajo hecho

— Gracias cielo, no tenías que hacerlo pero siempre es bueno tener tu ayuda.

— No hay de qué, vos y Miss han hecho mucho por mí, además me gusta el trabajo sucio

— Desde pequeño, aún recuerdo cuándo tus padres y yo los encontramos bañados en un charco de lodo— la mayor rió brevemente quitando un par de hojas que estaban sobre el cabello del chico— dile a Missa que entre pronto, preparé su comida favorita.

Habían suspendido las clases a causa de las juntas para realizar los planes de estudio, día que Spreen decidió aprovechar para ayudar a Missa y su pequeña familia.

Antes entraba a la casa de Missa a escondidas siendo a penas un cachorro al que no le gustaba estar en su casa, sin embargo,un día la mamá de Missa soltó un gritó al ver unosta ojos amatistas en el closet de su hijo, después de saber su situación, habló con sus padres y con él para hacerle saber que podía ir a su casa cuando quisiera sin esconderse logrando así una mejor relación entre todos.

— Oye Misancio, ¿Cuándo vendrá a comer tu amigo el francés?

— ¿Le contaste de Shadoune?— Se detuvo antes de meter una cucharada de sopa a su boca.

— Tiene clases de taekwondo en las tardes, por es lo que no tiene mucho tiempo , tengo que hablar mejor con él para quedar.

— Capo,no me ghostees en la vida real que te monto un drama

— ¿Como siempre que lo menciono? Deja de ser celosito,eres el único con quién comparto mi cereal favorito, si eso no es suficiente exclusividad no sé qué más quieres.

— ¿Qué decís? ¿Celoso yo? Ni en joda— Agradeció enormemente que el contrario estuviera demasiado concentrado en su comida,de esa forma no vería el intenso carmesí adornando sus mejillas. La mayor rió por lo bajo.

— Entonces... ¿Qué has pensado de la universidad, Missa? ¿Te decidiste por la escuela de artes o la que tiene la carrera computación?

— La de computación me llamó la atención, pero sigo creyendo que dejar un año libre para trabajar es lo mejor, ya has hecho mucho por mí y me toca ayudar con los gastos

— Es tu decisión cariño, preferiría que estudiaras en lugar de trabajar, tengo dinero suficiente para solventar esos gastos, sin embargo no importa la decisión que tomes, tómala por tí, no para satisfacer a otros— Miró de reojo la foto del difunto padre de Missa quién, cómo último deseo, le pidió a Missa cuidar a su madre y tomar el lugar del "hombre de la casa" cargándolo con una responsabilidad emocional que no le correspondía, mucho menos a una edad tan corta cómo lo eran los siete años. Desde ese entonces su progenitora trató de dejarle en claro que era trabajo de ella cuidarlo pues era su responsabilidad, aunque lo entendió en parte, aún cargaba con la espina de no poder cubrir con lo que le correspondía.

— Gracias ma, tomaré en cuenta tus palabras, seguro elijo bien si estás apoyándome.— contestó con la mirada baja y una tenue sonrisa mientras terminaba de comer— Me voy a subir Spreen,acaba rápido o voy a agarrar tu control favorito.— pocos segundos después se retiró dejando a Spreen y su madre solos.

El oso tomó el plato y tragó de golpe lo que quedaba de la sopa agradecido por la comida, mientras subía las escaleras se quedó quieto unos momentos observando la casa, era pequeña a comparación de la suya y bastante promedio,sin embargo, habría dado cualquier cosa para que sus padres fueran al menos la mitad de comprensivos como lo era la madre de Missa, no conoció mucho a su padre pero sabía que la mayor parte del tiempo trabajaba brindando únicamente los fines de semana a su familia motivando a Missa a ser un buen chico capaz de defenderse a sí mismo y a quiénes amaba, quizás Missa no lo sabía pero Spreen era consciente de que si su padre lo viera, estaría muy orgulloso de él.

Pasaron las horas haciendo pelotudeces hasta que terminaron cansados mientras oscurecía lentamente— Oye Osito.— preguntó acostado sobre su cama viendo el techo con figuras fosforescentes

— ¿Hm?

— Hablando en serio, ¿Por qué no te agrada que esté con Shadoune? Creí que te alegrabas siempre que hacía amigos nuevos aunque los olvidaras a los pocos días.

El mayor, quién estaba en la misma posición a lado de Missa, soltó un suspiro de pesadez sin saber qué tan sincero podía ser en esos momentos

— No lo sé, creo que se han vuelto cercanos en muy poco tiempo y— tragó saliva sintiendo el aumento de su ritmo cardíaco, no era bueno expresando sus miedos e inseguridades, de hecho, nunca las expresaba, simplemente se las tragaba. Quería contarle todo quitándose un gran peso de encima, más no podía hacerlo, Missa era la persona en la que más confiaba en el planeta tierra, aun así, tenía miedo de sus propios sentimientos y no era tan egoísta como para dejar que el chico cargara con más de lo que ya

— Y...— Agregó al ver que no terminó la frase

— Y... yo qué sé, boludo, no confío en los franceses, andan por ahí tirando rostro y presumiendo sus modales aunque en el fondo siguen re ardidos porque les robamos la copa, en cualquier momento pueden atacar, te lo aseguro posta, ahora déjame dormir que mañana hay escuela— Se acostó de lado dándole la espalda a Missa, ni él mismo se creía semejante excusa que había inventado para evitar el tema.

Por su parte, Missa se sintió ligeramente decepcionado, pero no sorprendido, así era él normalmente. Tomó aire y decidió contestarse él mismo

— ¿Seguro no sientes que te estoy remplazando o algo así? — La única respuesta que recibió fue el movimiento de contracción de las orejas del mayor, era algo que hacían cuando le daba vergüenza admitir algo. Había acertado, entonces decidió continuar— No te atormentes demasiado por ello, de hecho, te entiendo. — recibió una mirada curiosa de Spreen quién seguía dándole la espalda — Cuando hacías nuevos amigos me sentía feliz, pero cuando veía que esa relación se profundizaba, me daba miedo, cómo cuando conociste a Carrera, en ese entonces llegaba a mi casa a llorar teniendo miedo de que ya no me quisieras.

— ¿Posta? — El híbrido arrugó el ceño estando confundido y decidió girar su torso— ¿Por qué nunca me lo dijiste? Seguro te habría dicho...

— ¿Que jamás me reemplazarían porque el cariño que me tienes a mí y a Carrera son distintos e incomparables?

—...sí— Missa sonrió y Spreen se sintió estúpido

— No sé a dónde nos lleve la vida, de hecho, tampoco sé cuánto tiempo durará ésta dinámica entre nosotros, aún falta la universidad y puede que nuestros caminos se separen haciendo que tengamos otros amigos cercanos a quiénes frecuentemos más, pero eso estará bien.

Se sintió contrariado así como herido por sus palabras incapaz de saber cómo responder, Missa volvió a sonreír.

— No me malentiendas Spreen, quiero decir que no hay nada seguro en ésta vida más que la muerte y debemos estar abiertos al cambio, de lo contrario podríamos perdernos de todas las cosas buenas que nos ofrece, pero sin importar qué tanto cambiemos, nuestra relación dejará una marca en ambos cuya importancia solo la sabremos nosotros dos, aquí o en 50 años tú y solo tú eres la primer persona a la que dejé entrar a mi vida como si siempre hubiese sido parte de ella, las personas no nos pertenecen, nuestros recuerdos y emociones sí.

Era demasiada información para él, no le gustó el rumbo que tomó la conversación pero sabía que tenía un punto, no quería lidiar con ello en esos momentos sin embargo tampoco quería parecer indiferente ante la reciente confesión, hasta cierto punto le alegraba que al menos uno de los dos sí podía ser sincero.

— Gracias... por todo Miss, sos un capo —Se acercó un poco a su pecho y le permitió acariciar su cabellera, ambos se quedaron dormidos en esa posición.

Al final del día Spreen no fué completamente honesto con sus sentimientos y Missa evitó decir más de lo que debía pues omitió el detalle de haber aprendido gracias a Shadoune a soltar y ser más receptivo con lo que la vida tenía para ofrecerle, pues sus pláticas durante la tarde y noche le hacían ver el mundo con otros ojos sintiéndose más libre, también más agradecido de respirar todos los días, Shadoune le ayudaba a tener menos miedo y a ser más valiente, pero no lo admitiría en voz alta, al menos no frente Spreen 

I'm too cool for schoolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora