Jugar en el bosque te puede poner en peligro...

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Padme Gray

Después de que Fleur saliera del cuarto y me quedara sola me puse a pensar en todo lo que había pasado todo había pasado tan rápido estaba asustada y mucho.

Tenía miedo de que tal vez Damian me encontrara y me matará, porque me separe de el y porque lo lastime.

Le tenía miedo pero al mismo tiempo yo... lo amaba y mucho. No me gustaba la idea de estar lejos de él para era una tortura necesitaba calmar mi exigencia de verlo pero ¿Como lo haría? La última vez que explote porque no lo veía fue cuando... solo se fue y no regreso asta que se atrevió a pasar en frente de mi y mis amigas para que lo siguiera odiaba esa parte de el, odiaba que le hubiese permitido corromperme el alma...

Me hizo pedazos me quito todo lo que tenia... y ahora solo me quedaba lo más valioso para mi y que estaba segura de que si el me encontraba lo mataría si se atrevían a lastimarlo pero igual y para eso necesitaba alejarme de mi tesoro. Lo que me queda de mi verdadera familia es lo que estaba dispuesta a defender con mi propia vida, Fleur y mis demás hermanos estarían asalvo de los novenos. ¿Pero como le iba a hacer para ocultar lo todo? Aun que solo bastaría para mentirle a Fleur para que me dejara de preguntar ¿no?. Si que había crecido tanto se volvió una mujer super fuerte y eso me agradaba por lo que presentía había estado bien todo este tiempo.

Me dolía la cabeza necesitaba bañarme para quedarme esta porquería de mi cuerpo mi ropa aprestaba a sangre e incluso parecía al olor de Damián. Del mentiroso Damián...

Me levante de la cama pero al levantarme solté un quejido de dolor, se me dificultaba moverme pero aún así me obligue a caminar con normalidad al baño, cerré la puerta y comencé a caminar a la bañera y la abrí y solo espere a que el agua caliente saliera. Necesitaba comenzar a quitarme la ropa, me gire al lavabo y arriba de él había un espejo grande que me permitió observar mi rostros pálido, con unas ojeras profundas, unos ojos iritados, mis mejillas rojas y salpicadas de sangre junto con mi cuello y pecho por lo que también la ropa estaba muy sucia de sangre seca, mi cabello era un desastre se veía bastante sucio.

Me dio asco mi físico en ese momento esta no era la Padme de antes esta no sonreía no se veía con energía no tenia ya la misma luz que brillaba en ella. Parecía un mounstro...

Así que... Damián siempre obtuvo lo que quiso desde el principio había logrado convertirme en algo como el.

-Te odio Damián...-Susurre para mi misma derramando una lágrima que fue mojando en línea recta mi mejilla la odserve bajar lentamente asta que llego a mi cuello, rápidamente la limpie respire y me consentre en no llorar debía ser fuerte y para ello yo no lloraría al menos solo eso me quedaba desde que me acerqué a Damián.

Me desvesti y me metí en la bañera comenze a sentirme bien el agua se volvió roja por la sangre que se desvanecía con dificultad de mi cuerpo pero al final si se quitaron debe escapar el agua sucia para bañarme con otra agua limpia cuando el agua escapó por completo abrí la llave del agua caliente y mientras salía incline mi cabeza y hacia atrás viendo el techo me sentía vacía...

Si pudiera borrar de mi memoria cualquier rastro de Damián y la manada ella también me lo habían ocultado así que también me engañaron solo pensaron en querer complacer a su amigo.

Cuando el agua lleno por completo la bañera cerré la llave me quedé viendo el agua durante unos segundos para después acostarme en la bañera y dejar mi cuerpo bajo el agua, sentí como el agua empezó a acariciar mi cuello, mis labios, mis mejillas, mis ojos y mi cabello asta que por fin me sumergí en el agua mis ojos estaban cerrados solo podía sentir la sensación de el agua cubriendo mi cuerpo.

Abrí los ojos con lentitud y cuando lo hice vi a Damián encima mio aorcando me con todas sus fuerzas, su cara mostraba algo de satisfacción.

Me asuste. Se veía yse sentía tan real que puse mis manos en mi cuello y cerré la ojos al no sentir sus manos en mi cuello me senté rápidamente en la bañera miré todo el baño pero no había rastro de él. Me estaba volviendo loca mi respiración estaba muy acelerada y mi pecho subía y bajaba me bañe con rapidez y salí del baño, busque en el armario ropa para ponerme y lo único que me agrado era una camiseta negra un sueter blanco tejido y un pantalón de mezclilla azul marino.

EL PELIGRO DE TENERTE CERCA (DAMIAN & PADME) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora