One punch man: Revelación

Prologo: Alguien muy fuerte.

-Desde que empeze a entrenar para cumplir mi sueño, sentí como si lentamente me iba alejando de los demás oponentes que podía encontrarme, como si mi poder fuera subiendo como un cohete, mientras mis enemigos se quedaban en el suelo, perdiendo las esperanzas de sobrevivir a uno de mis ataques. Hace tiempo que mis habilidades aumentaban a un nivel estratosferico, pero hubo un día en el que todo se descontrolo.
Fue cuando, en una mañana, me levante Para desayunar y después tomar una ducha, pero cuando planeaba lavarme el cabello, pase mi mano por mi cabeza, dándome cuenta que solo hice contacto con mi piel, dura como una roca y que reflejaba la luz como un vidrio. Me había quedado calvo. En ese momento me puse muy nervioso, una de las cosas que más me gustaban de mi era mi cabello, pero ahora, aparentemente por el estrés al que me vi sometido mientras desarrollaba mi entrenamiento, lo había perdido para siempre. No obstante, cuando más tarde tomé una siesta ya cansado después de realizar mi rutina diaria, la confusión me invadió por completo. Cuando volvía a tocar mi cabeza, sentí como si una frondosa y muy bien cuidada cabellera, chocará con mis manos las cuales, al igual que mi cerebro, no podian procesar lo que había pasado. Mi cabello había regresado en cuestión de horas, pero ahora se sentía más suave y agradable al tacto, además de ser ligeramente más escaso que antes. Mi cuerpo se había acostumbrado tanto a que factores clave de mis articulaciones como tendones y demás se vieran dañados gravemente, que termino desarrollando una regeneración acelerada a los daños, la cual con el tiempo se vio mejorada aún más veces que en aquella ocasión, aunque nunca pude verlo del todo, ya que mis rivales no me provocaban daños realmente visibles a la vista o al tacto. De todo eso, lo que más me generó dudas, era ese otro algo que había perdido durante un corto periodo de tiempo. Durante mi calvicie, sentí como si nada me generará alguna emoción fuerte, ni siquiera el haberme dado cuenta de que mi pelo se había ido me había hecho soltar algo más que un simple quejido de tristeza. Pasaron los meses, pero desde ese día, aunque seguía entrenando diariamente, por ese tiempo me dedique a ver videos para relajar el estrés, distintos tipos de guías para meditar y encontrar la paz, en vez de quedarme sin hacer nada el resto del día. Atraves de eso, conseguí manejar mejor la adrenalina que me generaba un combate, volviéndome más paciente y hasta dejaba que los monstruos soltaran sus aburridos y largos discursos, pues aún así me empezó a parecer agradable tener siempre alguien distinto con quien hablar. Realmente me hacía falta algo como eso en mi niñez o en mi adolescencia.
Aunque los monstruos y enemigos a los que me enfrentaba ya no me parecían algún reto, empeze a verlos más como un entretenimiento constante, pues algunos tenían razones muy estúpidas y graciosas por las cuales se habían transformado en lo que eran ahora.
No me sentía vacío, más bien me sentía estancado. Sabía que si yo, un humano débil y sin una razón para seguir con mi vida, pude convertirme en un ser tan poderoso, de seguro existía algún ser más allá de todos nosotros, que tuviera la capacidad de enfrentarme y hasta de ganarme.

Aunque me costará toda mi vida, por más golpes que pudiera resistir, mi objetivo estaba claro. Ser el mayor héroe que el mundo haya conocido, venciendo al rival más fuerte que el universo mismo pudo ver alguna vez. No me rendiré hasta lograrlo, por que es por eso que me esforcé rompiendo cada barrera que se me opusiera. Por que yo sere el hombre que fue un héroe por diversión, no por propósitos egoístas o poéticos, si no por que yo mismo me impuse esa meta. Por que yo soy:

¡EL HOMBRE MAS FUERTE DEL MUNDO!

Si, creo que no lo resumi del todo, mejor lo hago lo más corto posible. Digamos que soy un héroe por diversión y nada más. Uno muy fuerte.