Extra II

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La ceremonia de ingreso fue tan aburrida como cabría esperar.

Fue tanto, de hecho, que Inosuke se quedó dormido y lo levantaron de un tirón de oreja cuando dejó escapar un ronquido.

—A la proxima me duermo boca abajo.

—A la próxima no te duermas, idiota.

La charla entre Inosuke y Zenitsu llegó a sus oidos, pero él solo negó con la cabeza.

Habían quedado en el mismo salón, por lo que aún mantenían al mismo grupo que llevaban desde primer año de secundaria.

Estuvieron peleando un trozo del trayecto, hasta que Zenitsu de repente se calló y cambió su postura a una erguida.

—Este año voy a conseguir novia. De verdad.

—Llevas diciendo eso todos los años —señaló Inosuke, luego bostezó.

—¡Todos los años se me acercan poque...! —calla, se acerca más a Inosuke y co., susurrando entre gritos—: ¡Disque porque les gusta este canalla!

Un codazo de Zenitsu a Inosuke deja en claro quien era el susodicho.

—¿Yo les gusto?

El rubio iba a continuar peleando, pero volvió a su buena postura y una sonrisa se formó en su cara.

—Nuestro salón es ese ¿no? Sigamos.

Dijo, acelerando su paso.

Delante de ellos iba una joven poco más baja que ellos.

—Jijiji, es guapa ¿no?

A la mirada extraña de Zenitsu, Tanjiro lo miró con preocupación.

—Zenitsu, ni se te ocurra entrar al vestidor o baño de las chicas.

—Tch.

Entre palabras de advertencia entraron al salón y poco restó para que el maestro llegara al aula y organizara el salón.

—Los puestos están asignados hasta el próximo semestre. Si tienen algún problema, hablen ahora o los callo para siempre.

El profesor se cruzó de brazos y miró con una gran sonrisa hacia sus estudiantes, o así quería creer Tanjiro, ya que no veía su boca por culpa de un tapabocas.

Alguien pareció alzar la mano, así que con un movimiento de su cabeza le hizo señas de que hablara.

—N-, No veo muy bi-

—No me importa. ¿Alguien más?

Todos se callaron y terminaron de ubicarse en los lugares asignados.

Y en la mitad del salón, justo a su lado derecho, Tanjiro notó a una joven de expresión seria, un aire muy sereno y una postura erguida. Era guapa.

Cuando ella volteó a ver hacia su lado, él dejó de verla.

Ella llamó su atención.

[ . . . ]

El estudiante que siempre estaba a su izquierda era un completo hato de rareza para Kanao.

Su nombre era Tanjiro Kamado, y fuera el día que fuera, la hora que quisiera, haciendo el clima que se imaginara, siempre, siempre y siempre, él estaba sonriendo.

Era como si fuera inmune a estar serio o triste.

La única vez que lo vio serio fue cuando pasó a la pizarra a resolver un ejercicio de química y volteó a ver a todo el salón en busca de ayuda.

Estaciones: Noche - TanjiKanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora