Capitulo 11

52 10 1
                                    

En ese momento no sabía que es lo que era peor, si el olor que me hará bañarme tres veces si es que no quedo impregnado mi cuerpo de ese olor nauseabundo que me dan ganas de vomitar (no quiero ni mirar hacia abajo para no encontrarme con trozos de cosas que van a dar pesadillas hasta mi muerte), o el estado de Hange, su piel usualmente ligeramente bronceada estaba amarillenta por su pérdida de sangre y ruego que no le haya salpicado algo que la pueda hacer infectar su herida, solo quiero llevarla a algún hospital o llevarla a cabaña y tratar de curarla de alguna manera, pero la persona que está frente mío...


El uniforme oscuro de la policía y la placa plateada con el nombre de nuestra sección me miraba de forma acusadora, el pelo tomado en una coleta baja y la piel pálida de Mikasa la hacía ver imponente más su porte derecho y el arma apuntándome.


Sentí su mirada enfocada en mis ojos, vi como bajo ligeramente la pistola como si me hubiera reconocido bajo él pasa montañas, como si reconociera el hecho de que somos familia sin necesidad ver bajo las cosas que me cubren, como si solo mi postura me identificara, sus ojos se abrieron de par en par y miro hacia todos lados por si había alguien cerca.


—¿Levi? ... ¿Qué mierda estás haciendo?, por favor dime que otra vez no, Kenny no va...—Suspira y se agarra la cabeza hasta que cae en cuenta que estoy con otra persona más que está en mi espalda y supongo que cae sangre por la forma en que mira el suelo. —Dios Levi...


—Te juro por mi madre que te explicaré todo, pero déjanos ir, por favor Mikasa. — Sin darle más explicaciones me doy la vuelta y agarro los muslos de Hange con más fuerza, ya que sus brazos ya no sujetan fuertemente mi cuello como lo hacían al principio.


Mikasa toma mi hombro y la veo morderse el labio, no es para menos supongo, su cabeza debe de ir a mil por hora, decidiendo si delatarme y cumplir con su deber como oficial o dejarme ir por ser su familia.


No debería involúcrala en esta situación a otro miembro de mi pequeña familia en esto, pero... Simplemente no puedo dejar que las cosas sigan de esta manera.


Debo encontrar una manera de solucionar esto.


Finalmente Mikasa suspira.


—Cuídate, pero mañana debemos hablar Levi, como familia, no de oficial a oficial. —Miro sus ojos rasgados y sus mejillas rojas por el frío de la noche cuando escucho ruido cerca—Vete.


Asiento de rápidamente y corro hacia los callejones. Con la espalda húmeda de la sangre de Hange y el olor a hierro y a alcantarilla impregnado.


Veo a Mikasa mirar para todos lados y hablar por el woki toki


Solo debo llegar a la cabaña y ayudar a Hange, mañana pensaré en el resto y como voy a hablar sobre un tema que mi familia ya cerro.


Pero eso lo hare mañana, ahora mismo solo debo preocuparme de Hange y rezar para que resista unos minutos más hasta llegar a la cabaña.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
OficialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora