- ¡Dios, nunca había dormido tan a gusto!- volteo a ver a Bakugo.- Oh, Bakubro.
- ¿Qué quieres, pelos de mierda?
- Te ves cansado, ¿por qué no dormiste?
- Tch, no estoy cansado, no se de que hablas, idiota.
- Bueno, como quieras. Si quieres dormir te puedo prestar mi almohada de tiburón.
- Sí, sí, sí, como digas.
Yo y Bakugo tenemos una buena amistad, a comparación con los demás, él se comporta más tranquilo conmigo. Aunque que no siempre fue así...
FLASHBACK
- ¡Hey, Bakugo!
- NO MOLESTES.- lanza una explosión.
- Menos mal que mi quirk me protege de tus explosiones. Piénsalo tal vez haríamos muy buena pareja.
- ¿QUÉ MIERDA ESTAS DICIENDO, PELOS DE MIERDA?
- En combate, en combate, Bakugo.
- Tch, ya sabía, idiota.- voltea hacia otro lado.
- ¿Qué te parece la idea? Podemos ser bros.
- Que estupidez, mientras no estorbes, pelos de mierda.
- Awww, me pusiste mi primer apodo, que lindo, Bakubro.- reí.
- CALLATE.
FIN DEL FLASHBACK
-
¡Al fin, llegamos!- gritó Mina.
- Wow, que hermosa vista.
- Callate, nerd.
- ¡Bakubro!- dije.- bueno hay que ir bajando ya, no puedo esperar a ver el demás paisaje.
- Es solo un estúpido paisaje.
- ¡Claro que no! Es muy romántico verlo junto a una persona especial- interrumpió Uraraka mirando a Midoriya.
- Ya consigan un cuarto.- se levanta de su asiento y baja del camión.
- ¡Espérame, Bakubro!
Baje del camión. El paisaje era hermoso, un amanecer lleno de tonalidades rosas, naranjas y amarillas. Un escenario perfecto para una declaración...¡¿En qué estoy pensando?!
- Bueno, chicos, como sabrán tendremos que acampar al aire libre pero no tenemos tantas casas de campaña. Entonces compartirán con una pareja.
- ¡Serobro, yo contigo!- gritó Kaminari.
- Al parecer quedaré yo sola.- dijo Mina.
- ¡Bakubro! ¿Ya tienes pareja?
- No. Quiero la casa de campaña para mi solo.
- ¡Oh vamos! No me dejan compartir casa con Mina porque no puede haber un hombre y una mujer juntos.
- Entonces dormirás fuera.- dijo con una sonrisa burlesca.
- ¿Cómo le puedes hacer esto a tu bro?- hago pucheros.
- Tch, quita esa cara tonta, ayúdame a armarla.
- ¡Voy!
