- Awww que tierno eres, Bakubro.
- Callate, tendré que cargarte hasta la cima.
- ¿¡Eh!?
- ¿Qué? ¿No quieres? Ni siquiera puedes pararte por el veneno en tu pierna.
- Bueno, esta bien. Solo no me tires, soy algo pesado.- Bakugo se acerca y me levanta.
- ¿Pesado? Pff, he cargado cosas más pesadas, pelos de mierda.
- Supongo que ahora estamos a mano.
- ¿De qué hablas?
- Ya me salvaste una vez, ahora yo te salve.
- Tch, algo así.
Bakugo me cargo hasta llegar a la cima, solo Aisawa se encontraba allí.
- ¿Qué le sucedió a Eijiro?- preguntó.
- Me mordió una serpiente, sensei.
- El idiota trató de salvarme.
- Okay, ¿puedes cargar a Kirishima hasta aquel tronco para sentarlo?
- Llevo media montaña cargandolo, claro que puedo.
El sensei me curó con la medicina que le había dado Recovery Girl antes de venir. Después llegaron los demás.
- ¡KIRI! ¿ESTÁS BIEN?- gritó Ashido.
- ¡BRO! ¿QUÉ PASÓ?- añadió Kaminari.
- Estoy bien, Bakubro me cargó hasta aquí y ya me curaron la herida.
- Wow, quien diría que Kacchan fuera tan amable contigo, Kiri.- dijo Izuku.
- Pues somos bros, ¿no?
- Contigo es muy diferente, se nota que te quiere.
- Jajaja, dudo que pueda llegar a tenerme cariño, Dekubro.
Después fui a buscar a Bakugo, lo encontré sentado viendo el atardecer.
- ¿En qué piensas?
- ¿Qué quieres, pelos de mierda?
- Solo quería hacerte compañía, ¿no puedo?
- Sí puedes.
- Gracias, los demás decían que eres mucho más dócil conmigo.
- ¿Dócil? Ni que fuera perro.
- A veces pareces un pomerian.
- Que chistosito.
- Me parece increíble como hemos cambiado. Pensar que me dabas miedo antes, jaja.
- A mí me parecías aburrido.
- ¿Por? Yo soy todo menos aburrido.
- Eso era porque no te conocía, no tan bien como ahora. Me alegra poder haberte encontrado.
- A mí también, me ayudaste mucho, Bakubro. Gracias por eso.
- No hay de que, idiota.- Un silencio incómodo nos rodeó.- Pelos de mierda...
- ¿Sí?
- Hay algo que tengo que decirte.
- ¡Lo que sea! Sabes que puedes decírmelo.
- Es que...
