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Jimin

—¿Qué es todo esto?

—Ropa.

Acomodaba las bolsas en la cama, aunque ya no cabía ni la mitad, tendré que hacer mucho espacio en el pequeño armario que tenemos para todo esto.

—Todas estas son tiendas de marca —se puso a mirar dentro —¿Cómo lo pagaste?

—Es por parte del padre del bebé, es ropa de gestación, debo andar cómodo así que lo compro para mí.

—Creí que no tendrías contactos con ellos, ¿esto no te parece raro?

Deje las bolsas y me gire a observarlo.

—No te apareces en días en la casa, y llegas solo a decirme esto.

—Te dije que estaba buscando trabajo —su ropa era nueva también, además era claro que venía recién duchado — pero comenzare a trabajar en una gasolinera en el turno de la noche.

—Eso es maravilloso Tae —por fin una buena noticia, me acerque para abrazarlo — es bueno tenerte en casa.

Rodeo sus brazos en mi cintura y se acerco para besarme, adoraba los labios de Tae, siempre son tan delicados conmigo, me encantaba besarlo, pero por alguna razón, el sabor a pasta dental me causo incomodidad, me comencé a sentir mal, tuve que separarme de él para correr hacia el baño.

Ahí iba todo mi delicioso pastel de zanahoria y mi batido de vainilla, esto es lo peor, tuve que sostenerme del deposito de agua porque en verdad era exagerado el como me sentía, supongo que entre que no había comido nada y los síntomas todo se juntó.

—Esto es un asco —Taehyung estaba parado en el marco de la puerta —no puedo ni besarte, sin que corras al baño, ¿Toda la gestación será igual?

Jale la cadena del baño y tome un poco de papel para limpiarme, no le conteste a Taehyung, fui al lavabo para enjuagarme la boca, el me abrazo por detrás colocando su barbilla en mi hombro.

—No quiero que peleemos más, estaremos bien te lo prometo.

—Yo tampoco deseo pelear en verdad es algo cansado.

—Minnie —beso mi nuca —hueles tan bien —sentí su erección en mi espalda —te echo de menos —sus manos se metieron debajo de mi suéter acariciando mi abdomen y después masajeando mi pecho sin dejar morder y lamer mi cuello —vayamos a la cama.

Me giro y me alzo en brazos para colgarme de su cintura, mis manos se enredaban en su cabello mientras no dejaba de besarme, sus manos me sostuvieron del trasero, para apoyarme contra la pared.

—Ya estas tan duro Minnie — se froto contra mí, su juego previo siempre me mataba lograba hacerme llegar en cuanto entraba en mi —quiero escucharte que me deseas.

—Lo hago tonto, cada día de mi vida lo hago.

Me llevo a la cama tirando las bolsas de ropa, se quito la camisa frente a mi dejándome ver ese abdomen moreno que mi fascinaba, pero mi vista se desvió hasta su pecho, se acerco para volver a besarme, pero lo empuje.

—Espera —lo mire de nuevo en el pecho, tenia marcas de chupetones y mordidas —¿Qué es eso?

—No es nada —intento acercarse de nuevo pero lo aparte —¿Qué te pasa?

Me levante de la cama.

—¿Qué me pasa? ¿QUÉ ME PASA? — esto es mi limite —me la he pasado, tomando trabajos extras, haciendo hasta lo imposible por conseguir tu maldito dinero —se que he llorado mucho estos días, pero es que ya no puedo más.

El heredero (Nammin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora