Capítulo 18

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Iba a casa de temo  a ver a paulina , cuando llegué vi a Alex hablando con temo.
-lo sé mi amor, pero entiende es un viaje de negocios y no puedo hacer nada.-dijo depositando un beso en su frente, cuon intenciones de hacerme sentir celos.
Paulina que estaba ahí presente sólo me dio una mirada indicando un "te lo dije"
-bueno amor, me tengo Qué ir a comprar los boletos.
-adiós.-lo acompañó hasta la puerta, despidiéndose con un beso en la boca.
Después de todo lo sucedido pasamos un lindo día y pensar que podríamos hacerlo todos los días sin tan sólo nunca hubiese hecho lo qué hice, pero yo vine con un objetivo y los recuperaré.
A las 9:40 ㏘ me fui a mi departamento ya qué mis dos princesas estaban cansados por nuestro día tan agotador.
Había decidido llamar a mi papá para preguntarle algunas cosas.
-hola, papá...
-¿Aristóteles dónde estás metido?
-En Francia....-respondí cómo si fuese lo más obvió del mundo.
-cómo esta tu mamá?
-bien.. te quería preguntar si ¿le diste vacaciones a yoloth?
-sí, inician el Jueves, ¿por que el interés?
-asuntos míos, hasta luego.-finalice la llamada, sin duda Alex engañaba a temo.
Temo.
Me encontraba en mi apartamento aburrido, Aristóteles había salido con paulina y no tenía nada qué hacer, sentí qué tocaron el timbre enseguida me levanté y fui a abrir.
-¿polita ? Hola.-salude a la mamá de Aristóteles , qué por cierto me sorprendía su visita.
-hola temo .-me dio un beso en la mejilla y nos dirigimos al sofá.
-¿qué haces por aquí?.-le cuestione dándole una taza de café.
-quería hablar contigo... sobre Aristóteles .-decía mientras sorbía un poco de su café.
-¿Sobre ari ? ¿qué debemos hablar?.-me sorprendió su tema de conversación, por eso me animé a preguntarle acerca exactamente de qué quería hablar.
-El a sufrido mucho temo , desde que te fuiste...
-yo se que me equivoque polita , pero ya lo hecho, hecho ésta y no hay marcha atrás, no me vengas a culpar..
-temo  no te vengo a culpar, cuando supe lo que te hizo Aristóteles me enoje muchísimo con él, pero sólo quiero decirte que no hagas sufrir a mi hijo otra vez, por favor.-finalizo poniendo la taza de café, en la mesa de centro.
-Yo nunca quise hacerlo sufrir, sólo pensaba en mi bebé.
-lo sé, cualquier madre pone antes a su hijo, sólo qué no quiero que vuelva a hacer lo de estos últimos años temo .
-¿que hizo?.-pregunta curiosa.
-¿no te lo contó?.-yo soló negué.
-ni te lo contara..
Temo , cuando te fuiste Aristóteles se sumergió en el mundo del alcohol, cada año, en el día de tu partida, bebe hasta olvidar su nombre, estuvo 3 veces en el hospital gravemente, incluso la última vez estuvo apunto de morir.-no pude evitar sentirme culpable.-temo ..¿por que no le dices a paulina qué Aristóteles es su papá?
-Me voy a casar en 3 semanas polita .
-hijo no cometas ese error, en tus ojos puedo ver qué aún amas a mi hijo.-Dicho eso mis lágrimas qué habían parado hace un rato, salieron sin control.
*****
-temo, no lo soporto más, quiero decirle la verdad a paulina .
-Ésta bien Aristóteles ..-suspiro.-pero después del matrimonio, no quiero qué me lo arruine.
-temo , paulina no te va arruinar nada.
-¡claro que sí!, se empeñara en qué regrese contigo.-dije gritando.
-temo  deja de pensar un sólo segundo en ti, ¡tienes miedo!, miedo a qué paulina te odie, por ocultarle la verdad, pero eso no sucederá ella sería incluso más feliz.-finalizo subiendo me el tono de su voz.
-¡tienes razón! ¡soy un egoísta! ¡sólo pienso en mí!, soy una mala madre.-dije llorando.
-no lo eres temo , eres el mejor papá  para mi hija.-dijo en murmullo, poco a poco fue acercando sus labios a los míos, podía sentir cómo respiraba, su respiración me estremecía, sus labios estaban a unos milímetros de los míos, me estaba volviendo loco quería sentirlos contra los míos, quería volver a probar sus labios, sin previo aviso los unió, haciendo un beso tierno y lento, nos separamos para tomar aire y volvernos a juntar en un beso lleno de deseo y lujuria, estábamos apuntó de hacer algo qué no era bueno, pero no me importaba romper las reglas, eramos sólo Ari y yo y nadie más, el mundo estaba a nuestros pies, Aristóteles me tomo hasta llevarme a mi habitación.
Ni un sólo minuto separamos nuestros labios, cómo pudimos nos deshicimos de nuestras prendas qué cada vez aparecían estorbar más, hasta que Aristóteles y yo nos volvimos a convertir en uno solo, para los ojos humanos esto esta mal, pero si es por amor todo vale y no hay errores.

-Aristóteles te amo...-dije en un susurro, mientras ponía mi cabeza en su pecho, escuchaba cómo latía su corazón, eran latidos tranquilos y al compás de un sólo ritmo.
-Yo también temo, yo también te amo.-dijo abrazandome y ambos caímos en un profundo sueño

Volver a amar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora