Natsu y Gildarts estaban frente a un burdel.
Natsu: —Con sueño y confundido —¿Que hacemos aquí?.
Gildarts lo había sacado de la cama, literalmente, porque tenía algo que enseñarle.
Gildarts: Natsu, esta noche te voy a enseñar cómo coquetear y tratar con mujeres.
Natsu: ¿Qué?, yo no, no creo que sea necesario.
Gildarts: Es tu primera vez, no te culpo. Eres joven y es probable que algún día caigas en los encantos de una chica de un gremio o reino enemigo que quiera matarte.....créeme, lo digo por experiencia.
Natsu: ¡Aun así no creo que sea la manera!
Gildarts: Mi manera, es la manera de los Dioses —Agarrándole el hombro —Así que nada de quejas, vas a aprender el arte de ligar con las mujeres con mis enseñanzas.
Natsu: Pe-pero yo
Gildarts: ¡Nada de peros! ¡Vas a volverte un Don juan, y te gustara! —Entrando y trayendo al pelirrosa a arrastras.
[.....]
Natsu, happy, lucy y Brandish estaban frente a Dimaria.
Dimaria: No hay donde puedan escapar, todos van a morir aquí.
Lucy: Ahora que aremos.
Brandish: Quédense detrás de mí.
Natsu: No. Yo me haré cargo.
Natsu se acerca a dimaria, quien tiene una sonrisa confia.
Dimaria: Estas tan desesperado por morir o sabes que nadie de ustedes puede vencerme.
Natsu: —Deteniéndose —Solo respondeme algo.
Dimaria: Bueno como estas apunto de morir, ¿porque no?.
Natsu: Bueno —Arrodillándose —...Tu mirada se ha quedado grabada en mi mente, desde que te vi por primera vez, y ahora me es imposible pensar en otra cosa que no sean tus hermosos ojos marrones, que cuando los miro, son como dos piedras preciosas que daría con gusto mi vida por protegerlas al igual que tu cabello y sonrisa, si describir lo bella y hermosa que eres es un crimen, que me encarcelen toda mi vida, pero no sin antes preguntarte. ¿Saldrias conmigo?.
Dimaria: —Sonrojada —¿Eh?.
Lucy: ¿¡Qué rayos!?.
Brandish: Ara ara.
Happy: —Con un pescado en su boca —¿¡Que!?.
