𝗠𝗮𝘁𝗵𝘀 𝗕𝗼𝗼𝗸 » purinz ✓

☆; OO5

— ¿Que está pasando entre tu y Yunjin? — Chae preguntó a la peli-gris, esta apartó la vista de su libreta.

— Yo? Y Yunjin? — Chaewon asintió. — Lo de siempre.— Te refieres a cocinar juntas? Ir a sus casas tomadas del brazo? Almorzar juntas? — Cuestionó una y otra vez.

— Uh, si. — A Ryujin se le escapó una sonrisa después de responder, haciendo que Chaewon se molestara más.

— Porqué? — Chaewon preguntó.

— Porque Rei es linda.

A Chaewon le salía humo de la cabeza. Y nunca supo descifrar el porqué.

Sakura miraba con el ceño fruncido a Chae, esta estaba mordiendo su lápiz, mirando a la nada y moviendo su pie repetidamente.

Desde que Huh Yunjin apareció en la vida de las de ese grupo, no todo ha sido como antes. Las salidas ahora tienen a una más con ellas, piden un helado más en la tienda, compran un ticket más para el parque de diversiones, guardan un puesto más para almorzar. Y eso era exactamente lo que Chae no quería que pasara.

¿Porqué? Simplemente porque siente que nada bueno puede salir de ahí. Y no solo lo siente, lo sabe.

— Ryujin Unnie me compró galletas hoy. — Yunjin dijo, moviendo sus pies que colgaban de la silla donde estaban ella y la Chae.

— Y? No te quiso hacer galletas hoy y por eso las compró? — Escupió Chae, mientras seguía molesta por el inusual cambio en su grupo.

— Ah, Chaewon. — Yunjin replicó. — Perdón, Unnie. — Se corrigió cuando recibió una fea mirada de la pelinegra. — Ryujin Unnie tiene poco tiempo últimamente.

— No has ido a su cocina verdad? — Yunjin apretó sus labios. — Yunjin?

— Lo siento es que ella me invita y no puedo mentir.

— Bueno entonces no mientas. — Chae sonrió de lado.

— Uh? Co-..?

— Te invito a salir, salgamos. — Tomó su mochila y se la puso en el hombro.

— Unnie... yo...

— Vamos Yun-ssi. — Podemos ir a comer pasteles.

— Bien... — Hizo lo mismo con su mochila y salió de la escuela con Chaewon.

Cuando Chae y Yunjin llegaron a la pastelería, se sentaron en una mesa y se dispusieron a leer el menú. Estaba llena de distintos tipos de pasteles, bizcochos variados y cremas. Cada una le pidió su favorito a la mesera.

— Yunjin. — Dijo la pelinegra llamando la atención de la menor.

— Si?

— Porqué sigues diciendo que quieres encontrar a quién escribió la carta cuando dices que no quieres enamorarte?

— Oh, solo me da miedo hacerlo, yo creo que mis "excusas" son muy tontas, pero pensar que todo acabará y terminaré siendo débil por esa persona, me da escalofríos. — Jugó con sus dedos mientras hablaba.

— Y quienes crees que fue la de la carta?

— Ryujin. — Y ahí Chae frunció el ceño. — Aunque preferiría ser algo un poco más de amigas, es muy dulce.

— No creo que sea ella. — Demandó, Yunjin la miró curiosa. — Es obvio que se empezó a fijar en ti cuando te traje al grupo, antes ni nos hablaba de ti.

— Oh, entonces quien crees que sea? — Yunjin cuestionó.

— No lo sé, por eso hay que seguir buscando. — Chae alzó los hombros y comió de su recién llegado pastel.

— Ah, ya no quiero... — Suspiró Huh.

— Qué? No quieres seguir buscando? — La japonesa negó con la cabeza. — Pero por qué? Nos falta.

— Es inútil Unnie, la persona debe ser muy cobarde, a estas alturas ya debe haberse confesado, no estamos llegando a nada. — Jugó con su pastel con su cabeza apoyada en su mano.

— Tu fuiste quién me arrastró a esto! — Chaewon replicó.

— Si.. uh, puedes dejar de hablarme, me quedaré así. — Bajó su mirada a la blanca mesa.

Chae se sentía ofendida, no solo por las palabras de Yunjin, si no también por sus acciones últimamente. Ella se veía muy convencida en hacerlo. ¿Qué la hizo cambiar de opinión?