Noche buena

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-ey ey no no no toques hasta la cena- le advirtió Eduardo a Edie que probaba la comida servida en el comedor. Ya todo estaba listo solo faltaba que llegarán los invitados y justo iban entrando, saludo a Pedro quien fue directamente con Samanta y después saludó a sus padres
-mamiii llegaron los papás de Pedro- grito Samanta y Gloria apareció en el pasillo.

Justo iba caminando a la sala cuando escucho que su hija la llamaba, respiro y entró a la sala
-buenas noches- saludo, Eduardo, volteó y se quedó boquiabierto cuando la vió.
-eeh bueno ella es ella es Gloria es la... Bueno no ella era mi... Bueno sigue siendo por supuesto-
-soy la mamá de Eddie y Samanta, bienvenidos- intervino.
-Gracias mucho gusto- saludo la mamá de Pedro.
-vayan vayan poniendo los regalos- les dijo Eduardo y fue hacia Gloria.
-estas guapísima- le agarro las manos. -mírate ese vestido esa sonrisa- la alago y ella sonrió.
-gracias- dijo
-eres la mujer de la que me enamoré hace muchos años-
-gracias- era lo único que podía decir, parecía una adolescente.

-buenas noches- saludo Pilar
-Pilar! Cómo estás?-
-bien gracias- 
-si se conocen verdad? Pilar Gloria-
-si si claro que sí- respondieron ambas y un hombre entró
-Julio- lo llamó Pilar y ambos hombres se saludaron con un abrazo y apretón de manos. Gloria lo miró incrédula.
-Gloria- la presento Eduardo y estrecharon las manos
-él es mi esposo- dijo Pilar
-aah mucho gusto- dijo Gloria sin poder creerlo mirando a su exespeso y la mujer.

Necesitaba algo de tomar y respirar un poco, se sirvió una copa de vino tinto y fue a la cocina pero minutos después entró Eduardo
-Ana por favor vaya a ver qué necesitan los invitados si? Gracias- le pidió él y camino hasta Gloria. -todo mundo pregunta por ti, todo mundo-.
-eres amante de Pilar?- le pregunto de una vez
-que si soy... Si soy que?! Am Amante de Pilar?! De dónde sacas eso?!- dijo sin entender
-veo que lo disimulas muy bien... pobre hombre el esposo de esa mujer-
-no no- lo negó pero le ganó la risa.- a ver mira Pilar y Julio son las personas en las que yo me apoye cuando recupere la hacienda son amigos, socios, emprendedores conmigo confidentes, son son prácticamente mi familia, no no tengo absolutamente nada que ver... Nada- le aclaro Eduardo
-¿seguro?- le preguntó mirandolo a los ojos y él se le acercó
-mira... tu mejor que nadie sabe que Pilar no es mi tipo... me gustan más adultas... emprendedoras... ambiciosas... celosas- explicó
-¿celosa?- dijo rodando los ojos
-Aha-
-¿de dónde sacaste esa idea?-
-según recuerdo así te ponías cada vez que estabas muy celosa-
-jaja desearías tu! ponerme celosa a mi!-
-a mi me gustan más como tú- le dijo sin rodeos mirándola a los ojos y está vez fue ella quien se abalanzó sobre él y lo besó aunque su cabeza le decía que no, su corazón fue más fuerte y lo hizo.

Casi rompe la copa de vino que tenía en una mano, sabía que si lo tocaba no podría detenerse en un solo beso. Eduardo la tomo de la cintura y si no es por la barra de la cocina, detrás de ella que la detuvo, se hubiera ido de espaldas, se resistía a tocarlo más y se agarró de la barra con fuerza con la mano libre. Les ardían los pulmones por aire pero Eduardo no podía separarse de ella hasta que un ruido los asustó y se separaron. Eduardo le dio la espalda cubriéndola pero no había nadie, Glória se puso roja de la vergüenza, él la volteo a ver y no pudieron evitar reírse.
-vamos... No quiero que los niños nos encuentren aquí-
-no espera...- dijo tomándole la mano para detenerla
-Eduardo porfavor...- le suplico
-quiero hablar contigo-
-ahora no... Después si?- le pidió
-esta bien- cedió él besándole la mano antes de soltarla.

Salieron de la cocina, él detrás de ella ambos buscando a sus hijos, Gloria fue directamente con Eddie que comía, feliz, ensalada navideña sentado en la sala, ese niño no paraba de comer si tenía comida a su alcance.
-hola má, quieres?-
-no mi amor... Gracias- le dijo sentándose junto a él
-¿qué te pasó?- pregunto Eddie
-¿qué me pasó? De qué-
-tienes los labios hinchados y todo rojo alrededor-
-aaah debe ser el vino- dijo Gloria tallándose la cara con la mano tratando limpiarse el labial y busco a Eduardo con la mirada para fusilarlo pero se topo con Pilar mirándola, le sonrió deseando que de lejos no se vieran sus labios hinchados.

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