Las estaciones siguieron su curso natural y alfa y omega maduraron juntos, siguiendo sus tradiciones de infancia, viajando y haciendo actividades recreativas para cada una, siendo lo mas resaltante en que con cada primavera las facciones tiernas de Haru se iban afinando sin perder nunca su ternura. Caso totalmente contrario al de su albino, ya que las facciones infantiles de Knight se perdían completamete con cada nueva invernada, haciendo más afilado su rostro.
Pero por más esfuerzos que pusieran en tratar de no separarse durante la mayor parte del año, las nuevas responsabilidades que Knight cargaba al ser heredero impedían verse más allá de una cena los fines de semana o las mañanas de domingos. Aún así, para que el omega no sintiera el vacío de su amigo este fué anotado a clases particulares de preparación de omegas; cursos que les enseñarían a los omegas lo que es ser un perfecto ama de casa, atender a sus alfas, hijos y padres, así como todo lo relacionado al mantenimiento del hogar.
Ahora un nuevo capitulo nuevo en la vida del omega se habría, ya que ahora debía dejar atrás su niñez para pasar a la secundaría, y ya que siempre fué muy cercano a Knight, simplemente dependía de ciertamente de su apoyo y compañía, por lo que su alfa amigo lo acompañaría hasta allá.
-- Haru, ¿te encuentras bien?-- cuestionó al volante el mayor, ya que notaba una ligera preocupación en su amigo.
-- ah... sí, es sólo que, no conozco a nadie, tú no estarás ahí, ay odio los días de inicio. ¿y si los alfas son malos conmigo? ¿qué tal si los omegas son aún peores? ¿que tal si piensan que soy tonto o un niñito?-- culminó, llevando sus manos a la cara para taparse.
-- oye oye, no seas pesimista, yo soy un alfa y jamás te consideraría tonto, en cuento a los omegas tu puedes hacerles frente, eres pequeño, pero valiente y sobre todo muy rápido así que sabrás escapar de situaciones riesgosas. Bueno, llegamos a tu instituto, disfruta tu día-- citó, depositando en la mejilla del omega un beso.
-- adiós Knight-san, pasala bien en la empresa.
Cuando el auto del alfa se alejó, nuestro omega inhaló profundo y se fué directo a la entrada, ahí se veía como ántes de entrar se pedía indentificación de alfa u omega, si se era la primera se les daba una pastilla, pero si se reconocía como la segunda, sólo se le entregaba un folleto y pasabas, Haru se sintió intrigado por ellos y cuando tuvo el suyo en la mano inmediatamente lo abrió y leyó; allí se veía como llegar a la enfermería y bajo que circunstancias se debía ir de manera urgente, entre ellas la más detallada era en celo y los síntomas que este podía podría manifestar. Haru no le tomó mucha importancia y se dirigió a su salón, donde se sentó en el tercer asiento de la cuarta fila, ahí no le dirigió la palabra a nadie, ya que prefería mantener un perfil bajo almenos durante sus primeros días, y tal parece no era el único, ya que detrás de él, un chico de cabellera negra y sueter del mismo color se sentaba, no se veía muy amistoso pero algo en su persona le llamaba la atención.
Durante las clases Haru se mostraba bastante cooperativo, varios de los temas que tocaron ya los había escuchado con anterioridad con su albino ao, así que familiarizado ya estaba, sin embargo, el tener un conocimiento previo le hizo destacar rápidamente entre sus demás compañeros, lo que rompía con el plan de mantener un perfil bajo; aunque en su defemza quienes más resaltaban esas virtudes eran los profesores y no él. Durante todo ese proceso no pudo evitar sentir las miradas juzgosas de su compañeros para bien o para mal preferió ignorarlas, pero la mirada del chico de atrás, cuyos afilados ojos marrones algo rojizos se clavaban como ninguna otra mirada en Haru; aunque él prefirió asumir que era debido a la cercanía.
Al termino de la clase e inicio de la hora de descanso, el omega ya sentía la necesidad de respirar y descansar de tanta evaluación, así que se dirigió de inmediato al baño y ahí humedeció su rostro para despejar su mente, al levantar su cabeza vió en el espejo a aquel chico de cabello negro.
-- no te asustes, no planeo hacerte nada malo-- señaló, acercándose más al omega-- soy Rei, Katsura Rei-- finalizó, estirando su mano.
-- Haru, Shinkai Haru; omega-- idicó, estrechando su mano-- ¿qué eres tú?
-- soy un alfa. Y como tal, he de decir que eres bastante inteligente, sobre todo para ser un omega-- denotó de manera fría.
-- ¿disculpa? ¿a qué te redieres con eso?-- cuestionó, soltando la mano, arqueando la ceja.
-- ya sábes... la mayoría de chicos en este tipo de escuelas suelen ser estúpidos y superficiales, sobre todo los omegas, ellos son más irritables y estúpidos cuanto más dinero tiene su papí, además de ser más un tipo de parásito económico que un comapeñero de vida.
-- pues no soy ese tipo de omega, y además nisiquiera...-- estaba a punto de culminar, pero la última palabra que le quedaba lo hizo entristecer, haciéndolo agachar su cabeza para no demostrar su miseria.
-- ¿nisiquiera qué?-- interrogó acercandose más al rostro del menor.
-- además nisiquiera tengo padre. Él falleció ántes de que yo naciera.
-- te entiendo-- esas palabras alzaron la mirada del omega con una tierna mirada de asombro e intriga la cuál mostraba la curiosidad ante tal comentario-- mi padre abandonó a mi madre, a mi hermano y a mí, y poco después ella también falleció, a partír de ahí un tío que es funcionario del gobierno nos apoya y mantiene, aunque el cuidado y crianza de mi hermanito dependen de mí desde que él tiene seis años.
Haru apreciaba la sinceridad del alfa, y al ver como poco a poco los ojos del pelinegro se cristalizaban no pudo evitarlo y lo abrazó para ser un soporte.
-- descuida, desahogate, no te juzgaré, significa mucho para mí que en el primer día de conocerte nos hayamos abierto tanto-- el mayor se retiró del hombro sobre el cual lloró y se limpió para retomar su compostura-- oye... ¿tu hermano sale ántes o después que nosotros?.
-- él sale treinta minutos ántes, la directora sabe de nuestra situación y permite que él se quede tiempo extra en la biblioteca de la escuela hasta que pase por él, ¿porqué?.
-- bueno... sé que talvez te paresca un poco presipitado, pero quisiera inviatrte a tí y a tu hermano a mi casa, ya sábes para comer y que descanses un poco.
-- me encataría, ¿me acomparás a ir por él o me mandarás la dirección por teléfono?.
-- ¡claro que te acompañaré! ¿qué clase de anfitrión sería si te dejara llegar por tu suerte, además nos servirá para conocernos mejor en el camino.
-- oye... ¿pero tu mamá no tendrá problemas en alimentar a dos bocas más sin que le avises?.
-- nah, mi mamá casí nunca está en todo el día, por lo que desde los nueve años me he encargado de la casa, así que yo hago la comida-- pronunció, sonriendo de gran manera a su nuevo amigo.
Regresando al salón había varios compañeros que murmuraban en grupos, Haru podía intuir sobre que, pero prefirió ignoralos. Y tan pronto se sentó una chica se le acercó a hablar.
-- Hola soy Yuki Motozory, y soy una omega acaudalda, sábes he notado que eres muy listo, ¿no quieres juntarte conmigo y mis amigos después de clases en mí casa?; tengo amigos alfas muy atractivos y adinerados.
-- muchas gracias por la invitación pero ya tengo planes para la salida. Además de momento no estoy interesado en los alfas ni en el dinero.
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Butterfly Effect
FanfictionHaru, un Omega de clase media acomodada, vive lo que él llama una "vida normal", sin persivir la gran caja de Pandoras llena de engaños, manipulaciones y traiciones, sepultada bajo la superficialidad de su cotidianidad. En donde sus implicados son t...