Lirú pequeño niño de 7 años, hijo de Perú y Chile; está en una gran misión ultra secreta llamada "derribar al gran villano que busca separar a sus padres" junto a su mano derecha Argentina.
¿Lo lograrán?
-Lirú, ten más cuidado.- le regañaba a mi hijo ya que lo había visto caer de un árbol.
Mi pequeño había estado jugando arriba de un árbol junto a su papá, al no tener buen equilibrio se dejó caer raspando su mano.
-Tranquilo papito, estoy muy bien.—el pequeño acento de su voz al pronunciar esas palabras me hicieron sonreír.
A la vez escuchaba como Chile bajaba con cuidado del árbol.
-Ay, perdona amor que ni yo me di cuenta de que era tan peligroso.— se le notaba preocupado y rodé los ojos con una sonrisa.
- Mira apa' ya tengo una raspadura. —alzaba su manito para que lo alcanzara a ver su padre.
-Wow... Es una hermosa raspadura pero... Puede ser muy peligrosa si se llegara a infectar. — al decir esto, cargó al pequeño sosteniendo con delicadeza su manito.
-Firme? — al escucharlo no pude evitar reír un poco, era increíble como imitaba nuestras jergas y gestos. Verlos a ambos podía sentir como mi corazón se llenaba de gozo, era un sentimiento tan cálido que solo podía formarse al estar con mi esposo e hijo. Siempre nos dábamos esta clase de escapadas del trabajo para pasar la mayor parte del tiempo con Lirú. Este era su parque favorito, pasábamos la mayor parte del tiempo aquí ya que tenia todo lo que necesitábamos: tranquilidad, un gran espacio verde y juegos.
Miré a Chile conversando con nuestro hijo de una manera cariñosa. No podía evitar enamorarme más de él cuando me demostraba su esfuerzo e inteligencia al educar a Lirú.
- ¿Les parece caminar un poco más antes de irnos del parque? — preguntaba nuevamente , captando la atención del pequeño.
- Ya! Ya! Vamos! Vamos! — anunciaba con emoción tomándonos de las manos e ir a explorar el lugar.
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El atardecer apareció y estaba comenzando a hacer un poco de frío, así que decidimos irnos ya.
-Vamos Lirú, no podí estar aquí todo el día aquí - Chile jalaba con cuidado el brazo de su hijo pero este se había quedado en el piso haciendo rabieta para quedarse un poco más. Veía la escena mientras guardaba las cosas en la pequeña canasta y me dio un pequeño escalofrío por el frío, cosa que Chile notó.
- Palomita, ¿ta' mi chaqueta ahí? Póntela, yo te la daría pero estoy..— tenia en la mano izquierda la pierna de Lirú levantándolo del piso — algo ocupado. Reí.
-Que caballero. —bromeé colocándome su chaqueta y noté que aparecía un pequeño sonrojo en el rostro de él. Después de eso, Lirú se rindió y aceptó irse del lugar con la promesa de volver mañana.
- ¿Cachai' que Mina tiene un carro de muñecas, así de grande?— extendía sus brazos para demostrarlo. Yo lo escuchaba tomando de la mano a Chile y este le hacía la conversación.
