ー¿Entonces es cierto, Roier? ーDolía, dolía cuando su pareja no lo llamaba como estaba acostumbrado pero sabía que no era el momento, debía ser cuidadoso con lo que hacía. Por dentro estaba vacío, no tenía ni la menor idea que decirle ni mucho menos como explicarle todo lo que había ocurrido.
La relación que tenían era bastante fácil de conllevar, aunque fuesen distintos en ciertas cosas aquello les complementa más que nunca pero en estos momentos todo era tenso, podía sentir como las gotas de su frente se resbalazan por su cien y sus manos temblaban, no le tenía miedo a la situación ni mucho menos a él, solo que sabía que alguien más los estaba observando desde lo más lejos del bosque, no estaban solos y eso lo tenia más que claro desde los inicios de la Isla, Roier jamás estuvo solo, siempre estuvo presente Cucurucho, o como solía decirle él, su Osito Bimbo.
ー¿Neta aún le crees a Badboy, Cellbit? Sabes que jamás te mentiría, estamos los dos en esto. ーSus manos habían comenzado a sudar frío, podía sentir como la tenebrosa mirada lo poseía por completo, sentía una rienda en el cuello, sentía que iba lo iban a asfixiar. Nunca quiso meter a Cellbit en esto pero nunca pensó que el ser peliblanco fuese asi de rencoroso.
Y así concurrió, nunca tuvo algo con el Osito Bimbo pero parecía que el extraño ente lo perseguía como un maldito psicópata desquiciado por tenerlo, nunca fueron una pareja ni tuvieron una conexión fuerte, Roier jamás llevó a cabo sus coqueteos a largo plazo para que realmente este estuviese intimidandolo de esa manera, todo eran inocentes bromas, siempre fue asi de natural, pero ahora mismo se sentía como una marioneta. No quería que su Gatinho sufriera las consecuencias por amarlo pero estaba corriendo peligro, había un problema que resolver pero jamás creyó tener que hacerlo formalmente, Cucucho no le correspondió ninguno de sus cortejos, no lo hizo ni con todas las oportunidades en broma que le daba Roier, sabía que se sentía solo y abandonado, y más aún cuando Spreen lo dejó, pero que Cellbit llegará fue un imprevisto, no sabía que se enamoraría de esa forma ni tampoco estar amandolo apasionadamente.
ーQuisiera no creerle, ¿Sabes? ーY esbozo una sonrisa pero esta no era para nada alegre, sino casi podía sentir la gran angustia que sentía su pareja.ー Pero desde que te vi con él en el castillo, a solas... Se me hace difícil, pensé que estábamos los dos en esto pero parece que somos tres. ーSusurro lo último casi a penas, pero Roier si pudo oírlo y esto ocasiono una gran punzada en su pecho. No pensaba que pudiese dolerle tanto algo que creía concluido pero saber que Cellbit estaba inseguro ya era suficiente.
Con mucho cuidado se acercó a la figura del más alto, este al principio había optado a una posición más a la defensiva pero sabía que esta no le duraría mucho, terminaron abrazándose automáticamente, los brazos de Cellbit siempre rodeaban el cuerpo ajeno casi por completo, esto hacía sentir a Roier seguro en sus brazos, la calidez y su cariño era lo único que le importaba junto a su hijo, quería ser feliz y él lo estaba haciendo, juntos estaban saliendo de la gran nube gris que tenían en sus vidas, eran un sol para cada uno y esto los mantenía unidos, tanto en las buenas como en las malas pero esto era lo peor que les podría ocurrir.
ーProméteme algo, mi amor. ーHablo en voz baja, sabía que si elevaba su tono el peliblanco los escucharía y quizás todo esto sería en vano.ー Prométeme en que confiaras en mi, por favor, Cellbit.
No pasaron ni cinco segundos y Roier empujó violentamente el cuerpo del brasileño para alejarlo, esto le partió el corazón y el alma pero sabía que esto era lo correcto, debía hacerlo por él, debían separar sus caminos para que no lo dañaran en el futuro. Lágrimas habían comenzado a salir en los ojos del mayor, sabía que dolía, ardía hasta la más minúscula partícula de su ser, verlo así, tratarlo así, nunca pensó que llegarían a esto, con todas sus fuerzas siguió dándole empujones, cada vez más fuertes pero no lograba derribarlo solo ocasionaba romperse cada vez más, generaba grietas dolorosas en su corazón.
ー¡N-no te quiero ver más, Cellbit! Aléjate, aléjate de mi para siempre. ーEstaba sufriendo, ya no se sentía cálido, ya no se sentía digno, solo quería que esto acabará pronto. Dio el último empujón y luego le dio la espalda.ー Soy feliz en esta Isla, no quiero irme, soy tan feliz que haré una ciudad com Bobby sin ti. Sigue tu investigación solo, esto se acabó.
Todo era una cruel mentira, tan erróneo pero tan hiriente, era una daga filosa de la cual supo clavar directamente en el corazón de Cellbit, él no podía hacer más, podría haber luchado, podría haber ignorado todas las advertencias de la Isla y la federación, y también podría haber intentado fugarse junto a él para ser enormemente feliz junto a su inigualable compañia pero todo era un maldito juego, estaban tan jodidos que no veía más que una mancha negra en su travesía de ser felices, no existía, era un dibujo sin sentido. Se miraron por un buen rato, las lágrimas no cesaban en el rostro del mayor y Roier solo podía observarlo, respiraba con frenesí y tenía una mirada tan filosa, podía jurar que podía sentir odio pero la verdad, esa repulsión la sentía hacia el sujeto que se encontraba tras el árbol más cercano espiandolos y oyendo absolutamente todo con un sombrío gesto de deleite.
ーNo nos volveremos a ver, Roier. ーAseguró Cellbit secando con la última pizca de honestidad sus saladas lágrimas.ー Jamás.
Y ambos separaron sus trayectos pero con el corazón en la palma de sus manos, añorando el día que nuevamente se encontrasen y viviesen el devoto amor que sentían el uno al otro sin ningún inconveniente de la Isla, sin peligrar sus propias vidas.
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GuapoDuo ♡ little writings
FanfictionEscritos de todo tipo, únicamente es el shipp entre sus cubitos y no de sus irl. ♡ Algunas con el lore de QSMP y quizás otras con distinta temáticas.