agua

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Mientras seguía al lobo pudo notar que no se encontraba en una cueva ni siquiera una vieja casa abandonada era un castillo lo supo por que al caminar por los pasillos habían algunos cuadros y cortinas llenas de polvo, al llegar a la cocina lo confirmo
El lugar era enorme y estaba lleno de alacenas, una mesa enorme y varios fogones y hornos totalmente cubiertos de polvo se veía que en varios años no había sido limpiado
Sería un día largo tomo una escoba y comenzó a limpiar

- sigue igual

Dijo el lobo que le miraba lentamente

- que cosa ,hum

- el venado yo lo veo igual dijiste que lo ibas a cocinar

- todavía no primero voy a limpiar, hum

El lobo se tiro al suelo

- pero tengo hambre

- tu puedes comer, hum

- no, comere contigo quiero saber a que sabe cocinado

El rubio rodó los ojos, pensando en que tal vez cuando tuviera más hambre el lobo le iba a saltar encima y terminaria en su estómago

El día fue muy largo el lobo no dejaba de quejarse por el hambre que tenía limpio toda la cocina y cuando terminó de cocinar ya era de noche
Mientras el venado se horneaba, se dedico a ver que había hecho un gran trabajo limpiando la cocina, era hermosa tenía varios fogones una mesa enorme y unas cuantas sillas como en ese lugar no habían entrado los lobos no había pelo y todo se encontraba intacto, ese era un castillo y sus dueños habian sido muy ricos porque las vajillas eran lujosas hechas de oro y plata, los cubiertos, las copas y tazas incluso tenían incrustados diamantes con unas cuantas podía vivir muy bien el resto de su vida solo tenia que salir de ese lugar
Obligo al lobo a sentarse en una banca junto a la mesa, sirvió la sopa y coloco la carne al centro olia delicioso y decidió persuadirlo para que lo dejara ir

-sabe bien ,jamás había probado nada igual

-es mi manera de decir gracias, pero creo que lo mejor es que me vaya, hum

Dijo el rubio sirviéndose su porción antes de que le dejará sin nada

- no te dejaré ir y no cambiare de idea

- tienes algún nombre o te pongo uno, hum

Sin mirarle el lobo respondió mirando su plato vacío

- me llamo itachi y tu ?

-mira itachi no puedo quedarme por que yo no pertenezco a este lugar además creo que no le gusto a la mitad de tu manada, hum

-no te dejaré ir no insistas ,como te llamas

Dijo mientras jalaba el resto de la carne

- deidara

- pues deidara no te dejaré ir y no insistas

Terminaron de comer y cada quien fue a un lugar distinto el rubio se fue a la habitación de itachi diciendo que estaba cansado
La habitación era muy grande y llena de muebles muy viejos y desgastados por todos lados había pelo y polvo estaba muy sucio y olía mal comenzó a revisar y encontró ropa un poco grande pero aunque ya era muy vieja estaba mejor conservada que la ropa que traía puesta se cambio la ropa y se acostó en el viejo colchón que incluso era mejor que las viejas sábanas que tenía para dormir
Itachi se fue con su manada, se paro en una esquina mientras los veía comer, antes se hubira lanzado en contra de quien tuviera la mejor pieza de carne, hoy era la primera vez que había comido como la gente decente o eso decía deidara
Al verlos le dio la razón al rubio, comer en el suelo era asqueroso la sangre escurría y manchaba no solo el suelo sino también su pelaje, con sus patas pisaban y embarraban la sangre por todos lados al olfatear con detenimiento se podía oler el aroma a descomposición y si miraba bien habían gusanos donde se quedaban las tripas y huesos que nadie quería
Se levantó y decidió irse, su padre le detuvo

 un amor puro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora