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MAIA.

RESPIRÉ PROFUNDO y toqué la puerta.

—Maia hija mía, ¿Qué haces aquí? -me dijo María recibiéndome con un abrazo.

—Bueno yo -dije entrando a la casa y ví a los Fers.

—Maia -ambos se levantaron a abrazarme.

—¿No estabas en Estados Unidos? -pregunto el mayor de los Fers.

—Estaba, bueno vine a ver a Pedri -dije.

Los tres se quedaron callados, pero sonreían de oreja a oreja.

—¿Viniste de Estados Unidos hasta aquí, cancelando todos tu planes allí, solo por Pepi? -pregunto María con los ojos brillosos.

—Si, se que no esta pasando por un buen momento y me gustaría acompañarlo -dije y María me abrazó¿Llorando?

—Le agradezco a Dios por mandarme un ángel para mí bebé, de verdad Maia, muchas gracias por estar al lado de mí hijo -dijo y se me metió una basurita en el ojo.

—No es nada, lo hago porque lo siento -dije—Vine a preguntarles en que hospital está, así le doy una sorpresa.

María me pasó su número para que hable con ella por cualquier cosa.

Le compré un globo gigante y un peluche.

Al llegar a la habitación escuché una discusión.

—QUE TE VAYAS -escuche como Pedri gritaba —De verdad no quiero saber nada de ti, por favor vete.

Estaba en duda si entrar o no entrar, pero mi curiosidad me ganó y entré.

Vi a una chica rubia, dándome la espalda, y Pedri en una camilla, en cuando me vió sonrió.

—¿Maia, qué haces aquí? -cuando Pedri dijo eso la chica se dio vuelta a verme, sería.

—Vine a verte -dije acercándome.

Le di el peluche y até el globo al lado de su camilla.

—Pero mujer, ¿Has venido solo a verte? -preguntó sonriendo.

Me senté al costado de su cuerpo y le agarré la mano.

—Si -dije y nos quedamos haciendo contacto visual.

—Perdona, ¿Quién eres? -me pregunto la chica de mala manera.

Pedri iba a contesta pero me adelanté.

—Soy Maia -dije mirándola con superioridad.

—Ah vale, ¿Ya está? ¿Te puedes ir ahora? Con Pedrito estábamos hablando -dijo de mala manera.

Mi personalidad argentina se estaba despertando, ¿Quién era para hablarme así?

—No estábamos hablando nada, Sara por favor vete -dijo cansado Pedri.

—Yo no me voy de aquí -dijo desafiante.

—Flaca te está pidiendo por favor que te tomes el palo, asi que chau -dije levantandome y señalando la puerta.

—Ja, tu no eres nadie pará echarme a mí, ¿Sabés quién soy? -dijo cruzándose de abrazos.

Me iba a acercar pero Pedri me agarró la mano.

—Maia, no vale la pena -dijo susurrando.

—Vaya chaval, si que tenéis mal gusto -dijo esa mirándome mientras sonreía.

—Si, por algo salió con un mamarracho cómo vos -dije y se le borró la sonrisa.

Hubo un silencio incómodo, Pedri no sabía dónde meterse ni que hacer. Así que decidi hacerlo yo.

—Bueno flaca -le agarré el brazo.

—¿Qué hacéis? -dijo asustada.

—Ayudandote a salir, se ve que te cuesta -dije sacándola afuera de la habitación.

—No me conoces -dijo soltandose bruto.

—Gracias a dios no -dije y iba a cerrar la puerta.

—Te vas a arrepentir y él también -dijo mirando a Pedri.

—¿Ah si? Mira vos, anda a contarle a quién le importa, besos -cerre la puerta.

Me gire y sonreí.

Pedri negó mientras sonreía.

—De verdad que estás loca -dijo sonriendo.

—Que molesta -dije sentándome a su lado.

—Lo sé, ah venido desde que me lesione -dijo mirando el piso.

—¿Hace cuándo que te molesta? -pregunte.

—Desde que terminamos, pero cuándo salieron las fotos contigo se volvió loca -me contó. —No hablemos de eso, mejor hablemos de que haces aquí.

—Ya te dije, te vine a ver -dije y se rió

—Perdón, me ah dado gracia que en una entrevista tuya has dicho que nunca harías eso por amor -dijo mirándome a los ojos.

—Puede ser, pero vos sos la excepción -dije acercándome.

—¿Tú crees? -se acercó también.

—EL ÚLTIMO QUE ENTRA ME CHUPA LA POLLA.

Me gire y vi a Gavi en la puerta mirando avergonzado.

Con Pepi nos empezamos a reír.

—OYE ESO NO VALE -dijo Ferrán.

De a poco los jugadores fueron apareciendo en la puerta.

—¿Interrumpimos algo? -pregunto Araújo.

—No

—Si -dije yo.

Nos reímos y me alejé para que sus amigos lo saluden.

—¿Tú no estabas que estar en Estados Unidos? -preguntó Ansu.

—Si, es más sigue estando allí -dijo Gavi sarcástico y giró los ojos.

Me reí y cuándo iba a hablar me interrumpieron.

—Pablo, te ha preguntado en buen plan -dijo Pedri retandolo.

—Respondiendo a tu pregunta si estaba, pero me volví porque el Barça quería hablar conmigo -expliqué al jugador.

—Uy si, seguro es por eso -dijo en tono de burla Gavi.

Le pegué en el brazo y se quejó.

—Me dolió -me miró mal.

—Callate entonces -dije y me levanté para irme —Bueno, me voy yendo, los dejos solos y cuidenlo.

Pedri me agarró la mano.

—Quedate -dijo con firmeza.

Me gire un poco para ver a los jugadores y estaban con la boca abierta, como si fuera una novela turca.

—Me gustaría descansar, no dormí nada desde que llegué -dije y abrió los ojos.

—Pero mujer, ¿Por qué no me dijiste? -dijo

—Porque no preguntaste -dije y le di un beso en la cabeza—Despues vengo, ¿Si?-dije susurrando para que los chusmas no escuchen.

El ascendió con la cabeza despacio.

—Adios guapa -dijo susurrando y me guiñó un ojo.

Me levanté y saludé a los jugadores.












































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Argentina [Pedri González] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora