Hiro: lo quiero.

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-buenos dias.
Susurró y su aliento choco contra el frio metal fente a él, llamado espejo.
-¡Maldita basura muerete!
Volvio a suspirar y cerro los ojos con cansancio, era cierto, estaba cansado de cada mañana escuchar un "muere, basura, inutil, idiota, gordo, chaparro, feo, asqueroso" esos y mil y un insultos mas que le devolvia su reflejo, lo peor no era eso, lo peor era escuchar su propia voz decirlo.
Desvío la mirada del espejo y lavo su rostro e intento, sin muchos logros, arreglar ese enorme desastre que tenia por cabello
-enserio, ¿crees que asi te hara caso? Ja! Como eres idiota.
-Porfavor callate.
Salio del baño a toda prisa y se vistio como pudo intentando alejar cualquier sonido de sus oidos.
-Buenos dias bebé
La voz de su hermano mayor lo saco de su usual apatia.
-buenos dias Dashi.
Si, siempre le respondia el saludo con aquel mote que le habia puesto, aquella primera palabra que habia aprendido a pronunciar cuando aun tenia algunos meces de nacido.
-¿como amanesiste chaparro?
Se acercaba, el mayor se estaba acercando, inundando el circulo vital del menor con ese fuerte aroma que solo él despedia, con ese aroma que a Hiro traia loco, ese aroma que lo estremesia, que lo exitaba, lo invitaba a empujarlo contra la cama bajarle los pantalones y asi sin ningun pudor montarlo, montarlo y hacerse a si mismo propiedad del nerd.
-Bien nerd ¿y tu?
Hiro retrocedio un paso y otro y dos mas seguidos a esos primeros. No lo odiaba, no le molestaba su presencia simplemente no se sentía capaz de controlarse para evitar brincar hasta su boca y lamer esos labios y despues juguetear con su humeda lengua y si lo hacia en sabia que no pararia ahi, que enlazaria sus dedos a los cabellos del mayor y empujaria desde la nuca profundizando aquel beso, aminorando aquellas ganas de pertenecerle, de ser suyo.
-Bien tambien
Y ahi estaba, como cada mañana, el maldito silencio -intruso- que se colaba desde la ventana o desde el vapor de la bañera y venia justo a intalarse entre los dos.
-tengo hambre hiro te veo abajo.
Y asi fue como uno de los dos abandono la batalla, se dio por vencido y se retiro, dejando que el silencio invadiera a du hermano, lo llenara, lo absorbiera.

-bueno días tia Cass
Cuando Hiro bajo las escaleras encontro aquella imagen que adoraba. Tadashi en delantal con restos de comida en la mejilla y contra la estufa mostrando su amplia y endemoniadamente atractiva espalda, y veia mover aquellos grandes fuertes brazos y se veia el movimiento aun sobre la tela y Hiro se quedo ahi viendo sin ver imaginando sin vivir y deseando sin tener.
-Buenos dias Hiro, ¿como dormiste mi amor?
-Bien tia.
-Que bueno, Tadashi insistio en prepararte el desayuno y yo ya tengo que abrir el cafe asi que los dejo bebes.
Ella era buena, muy buena nadie jamas le habia enseñado como ser madre y sin embargo se esforzaba cada dia para mantener a sus sobrinos felices.
-gracias tia ve concuidado.
Le dijo el menor al sentir el beso de su tia sobre sus cabellos.
-Si necesitas ayuda nos avisas.
Dijo el otro, el mayor, besando la mejilla de su tia y despidiendola con una palita en la mano.

-bebe hize crepas para ti, si quieres saca la leche aun esta en el refri sé que es tu favorita si esta fria.
No de nuevo, no otra vez, ¿porque lo hacia? Que necesidad habia de tratarlo con tanto amor y despues dejarlo ahi solo tirado como un imbesil sintiendo aquel amor unilateral.

-Ship.
La leche estaba servida y los platos y cubiertos en su lugar y Tadashi ya habia puesto el mandil en donde se guardaba despues de cosinar.
-Que lo disfrutes.
Susurraron ambos y comenzaron a comer, pero Hiro no podia evitar mirar los labios de su hermano, esos carnosos labios, llenos de chocolate y seguir el movimiento de la travieza lengua que intentaba sin mucho progreso limpiar los restos de frutilla de los labios aquellos.
-Tadashi...
Entonces sin pensar, sin detenerse dos segundos a razonar lo que hiba a hacer, perdiendole el miedo al miedo se acerco y lamio, lamio de esos dulces y sensuales labios tanto como pudo de aquella fresa y aquella crema que se burlaban de él bailando sobre los labios de su hermano y teniendo una aventura inmoral con la humedad de su lengua.

-... Hi-hiro
-Tenias toda la cara enbarrada
Eran obvios ambos sonrojos y lo que no lo era tanto era lo que pasaba por debajo de los pantalones de cada uno y entonces...
-Te odio, lo sabes.
La cara de tadashi se transformo y ya no habia sonrojo ni sonrisa ahora solo habia dolor.
-Hi..ro

La persona que yo quiero, quiere a alguien que lo odiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora