Era una tarde tranquila en Piedralar. El sol brillaba, los cremlinos correteaban y Tien dedicaba el tiempo a lo que más le gustaba: recoger piedras. Mientras jugaba con las piedras el tiempo simplemente pasaba más rápido, pensaba en lo contento que se ponía Kal cuando le regalaba piedras bonitas y se olvidaba de las horribles mentiras que le contaba ese extraño bucle que le seguía desde hace semanas. Mentiras sobre cosas horribles que Tien había hecho a gente que quería, como la muerte de Wistiow... . No le importaba que aquel dibujo, Forma lo había llamado, le siguiera, ya se había acostumbrado a él, pero ojalá nunca hubiese aprendido a hablar.
-Me falta una piedra blanca -dijo Tien pensativo-. Forma, mira a ver si encuentras alguna por allí.
-Tien no puedes seguir ignorando lo que te digo -dijo Forma, su cuerpo hecho de trazos en constante movimiento, en constante cambio-. Has hecho juramentos.
Tormentas ¿no se iba a callar nunca? Tien recogió una piedra de un marrón oscuro que le recordó a los ojos de su hermano, se la guardó en el bolsillo, se puso de pie y siguió su camino
-Esta se la regalaré a Kal cuando... -Se interrumpió con un sobresalto-. Es ella -Susurró-. La chica de la que te hablé esta mañana.
Forma fue hacia él y subió por su pantalón y su chaqueta. La chica, estaba justo delante, tenía la tez morena y suave con sutiles curvas pero duras facciones. Una auténtica preciosidad.
-¿T-Tien? -dijo Forma-. Es... es una puta piedra.
-No puedo volver a huir -dijo Tien-. Hoy tengo que hablar con ella.
-Pero...
Tien se acercó a la chica, el corazón le iba a mil por hora. En Piedralar no había muchas chicas de su edad y nunca había sentido nada parecido por ninguna de ellas
-Ho-hola... -dijo Tien temblando-. M-me llamo Ti-Tien ¿y t-tu?
-¿Tien esto es en serio? -preguntó Forma. Tien no sabía que le pasaba a Forma, quizá fuese la primera chica que veía, al fin y al cabo solo era un dibujo viviente.
-Hola -respondió la chica con una preciosa sonrisa-. Yo soy Flint.
-Flint... qué nombre más bonito.
-Pero cómo que Flint -zumbó Forma-. pero qué dices chalao, que es una jodida piedra
-¿Te gustaría dar un paseo conmigo por el pueblo? -preguntó Tien a Flint
-Me encantaría
-Por la matemática fundamental y todas y cada una de sus representaciones en el plano físico enumeradas de una en una, dónde me he metido... -farfulló Forma.
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Un amor solido como la roca
HumorUn amor solido como la roca te presenta la bella historia de un chico que se enamora de una puta piedra normal y corriente que se ha encontrao tirá por el suelo el muy gilipollas