Una vida con propósito

5 2 0
                                    

Ahora que hemos hablado de las luchas que hay en tu corazón y que habrán constantemente para ayudarte a crecer, debemos hablar del propósito de nuestro existir. Pues, como seres humanos, además de sentirnos agusto estando en compañía y recibiendo el afecto de otros, también nos cuestionamos constantemente qué hacemos aquí en esta vida y queremos saber cuál es el propósito que hay detrás.

No solo se trata de sentirte bien contigo mismo, sino de tener claro qué haremos una vez que superemos el momento de la tempestad. Y son muy numerosos los motivos por los que puede ser que estés en esta tierra. Desde lo más pequeño hasta lo más grande, cada cosa que hagas puede tene una gran repercusión. Nunca minimices tus acciones, porque aunque no lo creas, hasta una simple sonrisa puede cambiar la vida de alguien a tu alrededor.

¿Y por qué esperamos hasta superar nuestros problemas? Sencillo, es muy difícil dar de algo que no hay en tí. Por lo general damos lo que sentimos, lo que somos... Una persona amargada, responderá y actuará con actitud amarga; y aunque intente ser mejor, hasta que no supere sus asuntos, será muy difícil para el/ella. Por otro lado, una persona alegre llenará a todos con su alegría, o al menos tratará de hacerlo. Solo hace falta tener ojos y oídos para ver cómo esto es una realidad.

Y aunque nuestro propósito no es algo tan sencillo de descubrir, tampoco es imposible... Dios está dispuesto a mostrarte cuáles son sus hermosos planes para tu vida, pero, como ya he mencionado anteriormente, es tú decisión dejarlo obrar en tí.

No tienes que ser el más famoso, el más llamativo, el más hermoso o él más interesante. Debes ser tú. Dios te hizo así como eres y en cada rasgo de tu persona está la firma de su obra. Solo debes trabajar en ese valioso potencial que tienes. Paso a paso te irá enseñando, hasta convertirte en esa persona grandiosa que Él desea que seas.

Muchos van buscando su destino, pasando de una cosa a la otra. Hoy prueban algo y mañana se dan cuenta de que no es suficiente. Como almas en pena van por la vida, fingiendo estar bien con una sonrisa que con práctica se ha vuelto bastante convincente, pero en el fondo saben que no es sincera. Algo sigue sin estar completamente lleno.

Puedes decidir seguir dormido, ir como el resto, vagando por el mundo hasta estrellarte contra algo que medianamente atraiga tu atención y te aleje de lo que te atormenta. O puedes escoger la verdad y abrirte paso a nueva vida. No hace falta nada para ser salvo, solo un corazón dispuesto a recibir a Jesucristo como tu único salvador.

Para Dios todos somos iguales y aún el más invisible e insignificante en una sociedad, es el ser más valioso ante sus ojos. Nunca lo olvides.

---------------

Este corto libro termina en este tercer capítulo, pero antes de culminar, y solo si así lo desea tu corazón, puedes hacer este compromiso de aceptar a Jesucristo en tu corazón, con una breve oración.

Señor Jesús: Yo reconozco que te necesito, que tú moriste en la cruz por mi salvación. Te pido perdón por todos mis pecados. Te abro las puertas de mi corazón, te entrego mi vida, entra en mí, te acepto como mi Señor y Salvador. Límpiame con tu sangre preciosa. Escribe mi nombre en el libro de la vida y que nunca más sea borrado. Haz de mi la persona que tú quieres que yo sea según tu propósito. En el nombre de Jesús, AMÉN.

¡Que Dios te bendiga hoy, mañana y
siempre! ❤️

NO ERES INVISIBLE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora