Hasta que te encontré.

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Día 2 Palabras/Decisión.

-Por favor... Sólo escúchame... Yor. Por favor -pidió tomando el pomo de la puerta sobre la mano de Yor impidiéndole que saliera.

Yor apartó la mano de la de él, lanzó sus cosas al piso y se dio la vuelta, con las manos cruzadas y lo miro a los ojos. No lo había visto al rostro en semanas, el simple hecho de saber que él era un espía, que su nombre no es Loid, que no es padre biológico de Anya y que le mintió, desde el día uno, se le hace imposible creer que él, Twilight, el mentiroso más grande realmente la amara, que amara su familia o a algo siquiera.

-¿Qué? ¿Qué tienes que decir que sea verdadero? -preguntó ella intentando no romper en lágrimas.
-Yor... Sé que te he mentido... Sobre Anya, la madre de Anya... Sobre mis verdaderas intenciones con ella en la escuela Edén.
-Sobre que me amas -admitió.
-No.

Twilight negó inmediatamente con la cabeza y se acercó a ella, quedando a pocos pasos, pero ella ya lo había alejado. Lo empujó contra la puerta de su habitación y ahora estaba rota. Quería tocarla, pero sabe que ella es completamente capaz de alejarlo y dejarlo sin conciencia o incluso matarlo.

-No. Yor... Te lo dije, cuando te confesé mis sentimientos... Me enamoré desde que te vi agradeciéndome por haberte casado conmigo... Desde que intentaste cocinar para mí y para Anya, desde que tuvimos nuestra primera pelea... Y te ame, cuando empecé a aceptarte tal y como eras... Y te acepto... -apretó los labios buscando como decirle lo siguiente y que ella le creyera.

Yor deslizó una lágrima silenciosa por su mejilla, ella la limpió rápidamente.
Ella amaba a Loid. Desde la primera cita que tuvieron.

-Te amo, y no es una mentira... Porque he visto lo que tus manos pueden hacer... Lo que tus brazos le brindan un lugar seguro a Anya... Amo a esa niña, está tan llena de energía, siempre parece que pudiera ver a través de mis ojos. Las amo a las dos... He visto cómo es tu corazón en verdad y en verdad me enamoré de ti.

Yor se limpió las lágrimas que caían de sus ojos, pero era en vano, siempre caían más.

-Lo siento, Yor. Nunca debí haberte mentido... Me arrepiento de cómo las cosas empezaron entre nosotros, las mentiras que dije... Pero después de enamorarme... Después de que te bese... Yo nunca volví a mentirte sobre mis sentimientos, sobre el amor que te tengo o a Anya. Soy el mejor espía, pero aunque lo intentara... No puedo fingir amar a alguien...

Los ojos de Yor se concentraron en él, su lenguaje corporal, la forma en la que quería tocarla pero se retenía a sí mismo, ella noto que la estaba respetando, su enojo disminuyó. Vio el brillo en sus ojos, como estaban cristalinos por contener las lágrimas, su miedo porque esto no fuera real disminuyó. Dejó de cruzar los brazos, sus hombros se relajaron.

-No te merezco. Eres una luz y yo siempre seré la oscuridad que arrastra a otros donde estoy... Pero sé algo, no soporto la idea de no tenerte en mi vida... Te quiero conmigo, aquí o donde sea, con Anya... Pero sobre todo te quiero feliz.

El corazón de Yor de verdad sentía esas palabras y su cerebro no creía que estuviera mintiendo. ¿Pero cómo confirmar?

-Solo... respóndeme una pregunta... ¿Puedo hacer que te quedes? -murmuró él.

Yor sabía que solo había una forma, una forma de como saber si lo que él decía era real. O solo era una mentira. Tragó saliva pesadamente, si confirmaba que esto era mentira... Ella tendría que irse, dejar a Anya o llevársela con ella. Cerró los ojos con fuerza y suplicó, rogó que Loid o Twilight, quien fuera, no le esté mintiendo.

Yor se acercó a él, pasos débiles, como si tuviera miedo, como si no quisiera.

Apoyó la cabeza en su hombro derecho, puso la palma de su mano contra su pectoral izquierdo. Twilight se quedó paralizado, alzó las manos y se quedó ahí, no sabía si abrazarla de vuelta.
Entonces Twilight continuó.

-No puedo dejar que te vayas... -respiró hondo, mirando hacia abajo.

Vio el cabello de Yor, ella aferrándose a él concentrándose en su corazón.

-Nunca me recuperaré si lo haces.
no seré el mismo. Yo estaría incompleto...

Yor sonrió suavemente al encontrar lo que estaba buscando, su corazón latía con normalidad, si él estuviera mintiendo... No estuviera latiendo así.

-Repítelo...

Loid frunció el ceño.

-Por favor, Yor... Me estoy volviendo loco... Necesito que te quedes, yo te necesito... Por favor, Yor. Te amo con todo lo que soy, con quién en verdad soy...

Yor abrazo a Loid. Le creía. Nunca había visto a Twilight, un espía suplicar porque ella se quedará. Loid, el hombre que él quería ser para estar con Yor siempre fue su verdadero yo. Porque con Yor no había máscaras, con ella nunca pudo fingir, no había sus habilidades de espía con ella, ella sacaba lo que nadie más pudo. Su lado humano, su lado vulnerable. A él.

-De nuevo...

Loid la abrazo, necesitado de encontrar fuerza. Él aún sentía que la estaba perdiendo, que esto era un abrazo de despedida.

-No puedo soportar estar lejos de ti... Así que por lo que más quieras. Yor, mi amor... Créeme... Te amo.

Ella asintió con la cabeza. Las lágrimas se deslizaron por sus mejillas. Le cree. Tal vez era muy débil por él, tal vez era una tinta por volver a creer en él. Pero su corazón se sentía tranquilo cuando él la abrazaba, cuando estaba cerca de él o de Anya.

-Me quedó... -susurró ella.
-¿Qué? -él preguntó asombrado.

Tomó los hombros de Yor y la separó para verla a los ojos.

Yor miró fijamente a los ojos de Loid, tratando de encontrar cualquier indicio de falsedad en su expresión. Pero lo único que vio fue sinceridad y vulnerabilidad.

-Me quedo, Loid. Me quedo porque te amo -declaró, una mezcla de emociones llenando su voz.

Las lágrimas seguían surcando sus mejillas, pero ahora eran lágrimas de alivio y felicidad. La tensión en el ambiente se disipó lentamente, y Yor sintió como un peso se levantaba de sus hombros.

-Te amo a ti y a Anya, mi hija. Eres el hombre que siempre quise tener a mi lado. Puede que hayas cometido errores y mentido, pero sé que en el fondo de tu corazón, eres el Loid que me enamoré desde el principio. No puedo negar lo que siento por ti ni el lazo que hemos formado como familia.

Loid la miró con los ojos vidriosos, sin palabras ante la confesión de Yor. Lentamente, una sonrisa tímida se formó en sus labios.

-Yor... no sabes cuánto significa eso para mí. Te prometo que nunca volveré a mentirte, que lucharé cada día para merecer tu amor y tu confianza. Te amo más de lo que puedo expresar con palabras.

Yor le devolvió la sonrisa, sintiendo cómo la calidez se extendía por todo su ser. Sabía que el camino no sería fácil, que tendrían que trabajar juntos para superar los obstáculos y sanar las heridas del pasado. Pero estaba dispuesta a intentarlo, porque creía en el amor que compartían y en la familia que habían construido.

-Estoy dispuesta a darle una oportunidad a nuestro amor, a reconstruir lo que se rompió. Quiero estar contigo y con Anya.

Loid envolvió a Yor en un abrazo apretado, como si no pudiera creer que ella lo escogió a él. Los dos se perdieron en ese abrazo, encontrando consuelo y esperanza en el calor del otro.

Twiyor Week 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora