Cada amanecer se convertía en una puñalada al corazón, recordándole que el mundo seguía girando mientras su existencia se desmoronaba en un torbellino de desesperación, dejando a su paso una estela de lágrimas saladas y suspiros quebrados
Amanecer
Cada amanecer se convertía en una puñalada al corazón, recordándole que el mundo seguía girando mientras su existencia se desmoronaba en un torbellino de desesperación, dejando a su paso una estela de lágrimas saladas y suspiros quebrados