CAPITULO VI - BE

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Ocioneo Harrison.

Al salir de la academia nos fuimos para la casa de la abuela Mitnal y así buscar el regalo perfecto para Nabi. La abuela era la casi dueña de la casa de antigüedades, pues toda su familia se dedicó a cuidarla de generación en generación.

El lugar si bien tenia una facha muy mala, pues de vez en cuando caían pedazos de concreto y la pintura se caía poco a poco, las pocas ventanas que tenia y la puerta, eran de madera así que estaban todas cuarteadas y decoloradas. Sin embargo, por dentro era un lugar bastante acogedor: alumbrados por grandes candelabros y cuadros de diversos artistas, cada cuarto era para un área en específico, había de todo.

Fuimos recibidos por la abuela y se emocionó al vernos:

—¡Pequeños del demonio! — expresó contenta, así era como nos decía desde que tenemos uso de razón.

—¡Hola abuela Mitnal! — expresamos todos al mismo tiempo.

—Hola chicos ¿ha que debo esta maravillosa visita? — preguntó curiosa, ella sabía que solamente íbamos cuando se trataba de nuestra carta.

—Por fin la hemos encontrado— Sam fue el primero en mencionarlo, el rostro de la abuela fue de sorpresa, pero enseguida cambió a una de alegría.

—¿Ya está aquí? — me mira a los ojos para corroborar, a lo que yo asiento con una sonrisa. Ella luce más feliz. —No lo puedo creer, lo han logrado—su felicidad no cabe en ella.

—Aún no hemos avanzado mucho, pero si todo fluye al plan, próximamente seremos solo nosotros— Oiellet se acercó a la abuela y la tomó de las manos.

—Todo el esfuerzo que hemos hecho todos, por fin está dando resultado, si el tiempo lo permite, pronto la comunidad crecerá— nos dice—pero pasen, cuéntenme todo, cuéntenme de ella y como es— nos invita a que la sigamos y vamos a la sala.

Todos nos sentamos alrededor de una gran mesa y una vez que se sentó la abuela se dio cuenta que teníamos nuevos integrantes así que se volvió a levantar y fue hacía ellos:

—Nigrum y Seera, mis dos pequeños, por fin están en casa— los mencionados y ella se llevan un dedo a la boca para poder sacarse sangre y mancharse la frente entre ellos para hacer la unión. Una vez realizado, todos regresan a sus lugares.

La abuela no se sienta y comienza a recitar algo que ella solo entiende, nosotros solo cerramos los ojos, agachamos la cabeza y comenzamos a recitar lo que si sabemos:

—¡Omnes una manet nox! — recitó Paimon.

—¡Omnes una Manet nox! — recitó Oiellet.

—¡Omnes una Manet nox! — recitó Iblis.

—¡Omnes una Manet nox! — recitó Samael.

—¡Omnes una Manet nox! — recité yo.

—¡Omnes una Manet nox! — recitó Nekir.

—¡Omnes una Manet nox! — recitó Seera.

—¡Omnes una Manet nox! — recitó Nigrum.

Todos y cada uno de nosotros lo dijo, una vez terminado, la abuela procedió a preguntar sobre Nabi mientras buscaba algo entre el baúl de los objetos especiales.

—Cuéntenme de ella ¿Cuál es su nombre? — nos pregunta a todos y espera por la respuesta.

—Su nombre es Nabala Patnesh— respondió Paimon.

—Su nombre es un buen augurio para nosotros— indicó.

—¿Por qué? — pregunté.

—Su nombre y su apellido tiene un buen significado, es lo único que diré, saben que no se debe preguntar demás— responde y yo me quedo callado debido a la advertencia tan sutil.

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⏰ Última actualización: May 30, 2023 ⏰

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