blame the weed - crenny

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Después del cumpleaños de Kenny, todos fingieron demencia. Llegamos al acuerdo de que haríamos como que eso nunca ocurrió, hasta sobornaron a Cartman para que se callara.

Al parecer no solo Kenny y yo habíamos generado polemica, Heidi había descubierto a Stan y Kyle haciendolo pero decidió callar, lo que causó una mayor disputa con Testaburger. El pobre de Marsh quedó como un adicto al sexo, cosa que Testaburger jamás permitíria. Así que entre todo los chismes provocados por esa noche, decidimos eliminarla de nuestras mentes.

Clyde mejoró, sin embargo quedó en muletas. No sabía cómo me iba a tratar después de todo, sin embargo, se apegó al plan e hizo como si nada, aunque podía sentir cierto desprecio de su parte. Cosa que era totalmente entendible.

A pesar de haber vuelto a mi vida perfecta sin ninguna consecuencia, no entendía como todos podían seguir viviendo así, porque mi corazón claramente seguía latiendo por aquel hermoso rubio de parka naranja. Ya ni siquiera podía comer sin pensar en él, me había echado una horrible maldición de la cual no me podía deshacer.

No volvimos a hablar desde entonces, él ni siquiera me dedicaba una sola mirada. Era doloroso porque solo confirmaba la teoría de los demás, yo fui una cosa de una noche para él.

Tweek había estado mucho más meloso conmigo, como si quisiera llenar ese vacío que McCormick me había dejado, pero solo él podía volver a llenarlo. Yo estaba seguro que me habían roto el corazón aquella noche.

Era extraño, ninguno del grupo de Stan me había vuelto a hablar. Es decir, tampoco que antes hubiéramos tenido mucha relación, pero estaba acostumbrado a terminar peleando con ellos los días que compartimos clases. Pero ellos simplemente me aplicaron la ley del hielo como Kenneth.

Ya había pasado un mes de lo ocurrido, ahora nos encontrábamos en la cafetería. Todos mantenían una conversación animada mientras yo solo los observaba.

-Hola chicos, ¿cómo están?- Todos nos volteamos a ver a Wendy, estaba con su grupo y lucían algo nerviosas.- Um, sé que probablemente dirán que no después de todo lo que ocurrió pero planeamos hacer una fiesta en la casa de Bebe ¿Qué piensan?- Todos se miraron entre sí, probablemente ninguno quería ser el que de la respuesta.

-No puedo creer que quieran hacer una fiesta después de todo lo que nos pasó, es decir, ¡miren a Clyde!- Black se había decidido en hablar, a lo que Clyde y Tweek asintieron ante sus palabras.

-¡Lo sabemos! Pero ya acordamos en que ninguno se drogaría, solo llevaremos alcohol y eso es todo. Ya somos grandes, no creo que nuestros padres se molesten mucho.

-Deberíamos estar en prisión Wendy.

-¡Lo sé! Pero no tienen que venir si no quieren, de todas formas el grupo de Stan ya nos dijo que irán.- Mis ojos se abrieron al escuchar eso, si ellos iban, significa que él también estaría ahí.

-Sí, iremos. Puedes contar con nosotros.- Fruncí el ceño y observé a Clyde, el castaño había respondido por todos. Aún así, él me miraba con esa estúpida expresión.

-¿En serio? ¡Genial! Nos vemos el viernes entonces, por favor no traigan marihuana.- Sin más, las chicas se fueron. Todos en la mesa observábamos a Donovan.

-¿Por qué dijiste que íbamos a ir?- Black entrecerró los ojos como forma de regaño.

-Oigan, no tienen que ir si no quieren. Pero yo estaré ahí, tengo a alguien que me va ha estar esperando.- Odiaba que mientras Clyde hablaba, sus ojos estaban pegados en mí.

-¡GAH! ¿Cómo que alguien te espera?

-Buenooo, no se si les conté, pero después del accidente Kenny vino a verme.- No, por favor no, no quería oír esto.- Después de eso nos hemos acercado mucho, supongo que de vez en cuando vemos porno juntos o me la chupa. Todavía no es nada serio...pero supongo que está funcionando.- Desvié la mirada y me aferré mis uñas a mis pantalones, tenía inmensas ganas de llorar ¿Por qué Kenny era tan frívolo?