Mientras tanto, Daniel está en su moto, con el pie dolorido y ardiendo, todavía preocupado por Lucio, aunque sabe que mucho de lo que está pasando su hermano pequeño tiene que ver con la edad, es solo una fase de confusión y pensamientos. Ya ha pasado por mucho y es normal que tenga tanta confusión en su mente. Daniel comprendió que Lucio está confundido sobre su sexualidad, tal vez por culpa de Diego. Y, como Lucio ya había tenido novia, estaba aún más confundido. Tal vez solo sentía una amistad muy fuerte por Diego y como no creía que algo así fuera común entre dos chicos, considera que siente algo más allá. Tal vez es solo curiosidad, tal vez Lucio está enamorado de Diego. De todos modos, Daniel y Lucio hablarían de esto más tarde.
Daniel va a un supermercado a hacer algunas compras. Compra unas galletas, fideos instantáneos, palomitas de microondas y algo de comida fácil de hacer para dejar en casa a Lucio. Cuando sale del supermercado, va a casa a dejar la mayor parte de la compra. Deja todo bien organizado en los armarios y una lista de lo que ha comprado y dónde está guardado, para facilitarle las cosas a Lucio. Después de asegurarse de que todo está bien, sale de casa. Coge su moto y se va. Llevándose algunas de las bolsas de la compra, se marcha. Por el camino, Daniel llama a Lúcio para saber si su hermano ya había llegado a casa de Diego. Espera a que el teléfono suene dos veces y cancela la llamada. Todavía en la moto, pero ya llegando a su destino, espera la respuesta de Lúcio, que tarda un poco más de lo habitual. Después de casi cinco minutos, Daniel descuelga el móvil para volver a llamar a Lucio, pero esta vez para hablar con él. Pero antes de que tenga la oportunidad de llamar, Daniel recibe la llamada de Lucio. Solo ha sonado una vez y ha colgado. Era la clave de que ya había llegado y estaba bien. Si todavía estaba de camino, o casi, pero en cualquier caso estaba bien, eran dos timbres. Si necesitaban hablar, eran tres timbres. Ya más tranquilo porque Lucio ya no está en la calle, Daniel llama a Tales. Pero no contesta. Aun así, no hay problema, porque Daniel ya está llegando.
Unos cinco minutos más tarde, Daniel llega a casa de Tales. Se baja de la moto. Se dirige a la puerta. Saca una llave del bolsillo y la abre. Entra con la moto y la compra. Cierra la verja. Empuja la moto con la compra. Cierra la verja con otra llave. Deja la moto aparcada y recoge las bolsas. Entra en la casa. No hay nadie en el salón ni en la cocina. Se dirige al dormitorio y encuentra a Tales durmiendo. Daniel vuelve a la cocina y deja las bolsas sobre la mesa. Vuelve al dormitorio y se tumba en la cama junto a Tales. Tales sigue sin despertarse. Daniel le acaricia lentamente la cara. Le pasa la mano por el pelo. No hay señales de que Tales se despierte. El sueño de Tales es muy profundo. Daniel le aprieta la mejilla, le tira de la oreja, pero no hay reacción. Entonces Daniel le besa la boca mientras le acaricia la cara. Tales se despierta por fin, sorprendido por la presencia de Daniel.
Los dos sonríen y se besan un poco más. Después de se arreglaren en la cama, mantienen una breve conversación con "Buenos días", "¿Qué tal?" y temas ligeros como el tiempo, las compras y el sueño de Tales.
Se levantan, se duchan juntos, se visten y van a la cocina, organizan la compra y preparan la comida. Mientras preparan la comida, Daniel comenta con Tales sobre Lucio:
- Ayer, a la madrugada, Lucio estaba en el patio, hablando por teléfono y llorando. - comenta mientras cocina. Tales llevaba unas cajas de mudanza del salón al dormitorio.
- Normal, da igual. - Tales va al dormitorio a dejar la caja, aparentemente pesada. Cuando vuelve, sigue hablando, un poco sin aliento. - Debe de haber estado hablando con una chica, o con un amigo. Podría estar triste. Muchas cosas... Lo que no es normal es que a ti no te importe lo que él siente, o al menos no lo demuestres. - Tales habló con tanta calma y franqueza que tal vez ni siquiera se dio cuenta de lo mucho que esas palabras habían herido a Daniel. Pero quizá esa era la intención. O no. Tal vez solo quería mostrarle lo que debía cambiar.
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¿Qué Quedará?
RomantikLucio y Daniel son hermanos huérfanos en una relación fraternal conflictiva y distante, a pesar de vivir juntos. Daniel se divide entre su trabajo, cuidar de su hermano y mantener una relación con Thales, estudiante de psicología. Ajeno a esta facet...