Capitulo 2

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El pueblo de Lylana un pueblo conocido por su increíble comercio en todo el reino de Hyrule sin embargo al ser un pueblo rico en comercio era vulnerable antes los bandidos debido a sus recursos, Link un pequeño niño hyliano que nació de la unión entre un herrero y una joyera, el pequeño niño hyliano corría por el bosque usando una rama como si fuera una espada la madre del pequeño sonreía al ver a su hijo.

- Link es hora de regresar.

- si.

Link corrió de vuelta hacia su madre corriendo frente a ella, la hyliana sonrió al ver a su hijo que jugaba a que acababa con un monstruo, madre e hijo llegaron a casa, su hogar estaba un poco apartado del pueblo ya que Link sufría de acoso y el rechazo de algunos niños al ser tan diferente sin embargo eso no abarcaba para todo el pueblo ya que había algunas personas que si querían a su hijo.

Link fue con su padre atrás de la casa ahí su padre forjaba armas en su herrería para después venderlas en otra herrería que tenía en pueblo junto a su socio, Link observaba como su padre creaba una nueva espada.

- papa algún día puedo usar una de tus espadas.

- algún día tal vez, cuando crezcas podrás usar una espada de verdad.

Link y su padre cargaron las espadas y escudos en un carruaje, mientras Link terminaba de guardar las espadas un relincho se escuchó en su espalda una pequeña yegua golpeo la espalda del niño.

- Epona, papa puedo llevar a Epona.

- Link, Epona es una excelente potrilla- terminando de ajustar las riendas- pero el pueblo no es lugar para ella, es muy inquieta y apenas la puedes controlar a pesar de que solo te hace caso a ti.

- pero papa...

- Link recuerdas lo que paso con la florería, Epona destrozo casi todas las macetas.

Link no tuvo más opción que dejar a Epona en casa, la potrilla entendió que no podía ir y regreso al granero que habían construido solo para ella, Link y su padre llegaron a al pueblo el resto de comerciantes saludaban al pequeño, padre e hijo llegaron a la tienda donde vendía y reparaban las armas.

- Arok pensé que ya no llegabas.

- no podemos descuidar el trabajo Zam, Link ayúdame a guardas las armas.

Link ayudo a su padre y a Zam a colocar las armas, durante el resto de la mañana Link vio a muchos clientes entrar a la tienda de su padre vendiendo sus armas y recibiendo pedidos, Link decidió salir a jugar un rato, Link trato de jugar con algunos niños pero estos lo rechazaban Link tomo una rama y comenzó a jugar por su cuenta, algunos caballeros del reino que fueron asignados a proteger el pueblo de invasores miraban al pequeño ya que era costumbre ver al niño jugar a ser caballero.

- oye Link has derrotado a un monstruo últimamente- dijo uno de los guardias- cuantos monstruos esta vez.

- muchos, eh matado a muchos monstruos- levantando la rama- eh salvado al reino varias veces.

Los guardias se rieron ya que el niño tenía mucha imaginación y era que todos los días Link les decía la cantidad de monstruos que el derrotaba y de cuantas veces había salvado Hyrule, los soldados volvieron a su puesto despidiéndose del niño, Link seguía jugando esta vez estaba jugando sobre el muro que rodeaba el pueblo para protegerlo cuando vio algo extraño a lo lejos, el pequeño subió a la torre de vigilancia.

- ¡Anank!- dijo Link asustando al hombre que estaba dormido.

- Link, ¿qué haces casi me matas del susto?

- hay problemas, invasores- dijo Link sacando unos binoculares que siempre cargaba.

- sí, invasores como los granjeros de la semana pasada.

El poder de la trifuerzaWhere stories live. Discover now