Capítulo 1

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La figura demacrada de Brick preocupa a todos. Ha pasado un mes del entierro de Day, desde entonces, se ha quedado en el salón de la provincia. Quiere estar cerca de él, pero estar en casa hace que le duela aún más. Bell se ha hecho cargo de Brick, todos los días llama a sus padres. Es una situación preocupante para todos, sin embargo, esa noche fue la primera vez que Brick sintió como una sensación de escalofrío invadió todo su cuerpo.

—Brick, ya es tarde, entremos.

Dijo Belle.

—Acabo de sentirlo, P'Bell. Sé que Day está aquí —P'Bell no respondió, solo quedó allí en silencio, abrazando el delgado cuerpo de Brick.

Las lagrimas comenzaron a recorrer el rostro de Brick. Era igual todas las noches. Brick salía al jardín y pasaba horas observando el cielo, hasta que las lágrimas salían y quedaba dormido en brazos de Bell.

Sin embargo, esta noche sí era diferente, porque Day, muy a su pesar y con un dolor inmenso, también abrazaba el cuerpo de su amado.

***

—Mamá, papá, ¿cuándo llegará Salomón?

—Papá irá a buscarlo al aeropuerto ahora, hijo.

—Hmm —respondió—. Colgaré, P'Bell y yo iremos al mercado, mamá.

Después de colgar, ambos fueron al mercado alborotado de gente. Los recuerdos de Day trayendo aquí a Brick, volvieron a su mente. "Brick, escoge las verduras"; "Deben estar frescas"; "Ve a sentarte, yo terminaré de cocinar", cada una de las frases hacían que los ojos de Brick se llenaran de lágrimas, sin importar quien estuviera a su lado, escurrían por su cara. P'Bell cocinaría hoy para recibirlos, después de recoger a Salomón en el aeropuerto, los padres de Brick se dirigieron hasta la provincia, también querían ver el rostro de su hijo. Salomón había venido de Estados Unidos para hacerle compañía.

—¡Tío Brick! —gritó la voz del pequeño Salomón al ver a su tío. Corrió a sus brazos llenando su rostro de besos, pero una pieza faltaba para Salomón. Sus ojos buscaban y buscaban, esperaban que alguien apareciera en cualquier momento, pero nunca llegó—. ¿Dónde está el tío Day?

Brick sonrió con dolor.

—El tío Day está de viaje. Está en el cielo ahora.

Brick no pudo evitar que se derramaran algunas lágrimas, trató de no quebrarse frente a Salomón, debía ser fuerte para él.

—¿Está en un avión como yo vine?

Salomón preguntó y con sus pequeños dedos, secó las lagrimas que rodaban en las mejillas de su tío. Brick sostuvo a Salomón en sus brazos y lloró.

—Tío Brick está en el cielo. Él nos mira desde allá arriba. Me dijo que debes ser un niño fuerte y sano.

—¡No! Él prometió que no me dejaría, que no me olvidaría —Salomón gritó y corrió a los brazos de su abuela. Brick no pudo hacer nada más, su corazón volvía a romperse. Ver a Salomón sufrir por Day, aun sin entender el significado del viaje de su tío.

—Ven, Salomón —dijo Brick. Ambos subieron a la habitación de Day, ahora ocupada con todas las cosas de Brick. Tomó un álbum de fotos y empezaron a verlas. Hay muchos de los recuerdos de su viaje a la playa con Salomón. El niño sonrió feliz.

—¿Por qué el tío Day no puede venir? —preguntó Salomón.

—¿Quién dijo que no? —respondió Brick—. El tío Day esta en todos lados ahora.

Regresando a casa... por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora