Capítulo 4

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Un cálido abrazo arropó el cuerpo de Brick. Su cuerpo parecía flotar. Sus ojos, inexplicablemente estaban cerrados, no podía abrirlos, aunque quisiera. De repente, un frío incontrolable se coló hasta sus huesos, haciéndolo retorcerse de dolor. Su dolor disminuía con el tiempo y una cálida mano sostenía la suya. Un susurro bastó para saberlo. Era Day.

—Brick, debes despertar.

***

No tardó mucho tiempo para que socorrieran el cuerpo moribundo de Brick del pavimento. Sus brazos y piernas estaban rotos, sus cotillas también, cualquiera que lo mirara diría que estaba muerto, pero Brick se aferraba a la vida. Inexplicablemente, su balbuceo alertó a todos. Brick estaba con vida. Al llegar al hospital, todos estaban sorprendido de lo ocurrido.

—Iniciando R.C.P., paciente sin pulso. Preparen el desfibrilador.

La orden de la médica encargada fue clara. Brick había perdido su pulso al llegar al hospital, su cuerpo estaba frío, sus pupilas sin reacción. Todo indicaba que Brick fallecía.

Brick ha abierto los ojos. Recostado en un jardín de lavanda, el fuerte aroma le gustaba. Sus pies tocaban el suelo, permitiéndole sentir como la tierra húmeda enfriaba sus pies.

—Despertaste.

En un segundo, su corazón se volvió a detener. La voz de Day hizo que su cuerpo se estremezca. Giró su cuerpo y lo vio, parado a unos pasos de él.

—Day... —sus ojos comenzaron a soltar incontrolablemente sus lágrimas. Corrió a los brazos de Day. Corrió a los brazos del amor de su vida. ¿Dónde estaban? ¿Es este el cielo o el limbo?

Day apretó a Brick en sus brazos, hundiendo su rostro en su cuello. Quería volver a sentir el aroma de su amado, quería volver a sentirse su novio.

—Day, ¿dónde estamos?

—Yo tampoco lo sé —Day respondió mientras besaba la frente de Brick—. Cuando desperté, ya estaba aquí. Hay veces que cambia. Hay días que todo está blanco, otros días en solamente agua, pero no me ahogo. Regularmente cuando lloras, es que pasan esos días.

—Day... —Brick intentó responder, pero Day lo detuvo.

—Brick, debes volver.

—¿Por qué? —Brick quedó sin palabras. Sus manos comenzaban a temblar. Day seguía en silencia, pareciera si buscara la mejor manera de responder a la pregunta de Brick—. ¡Day, responde!

—Brick, yo solo tengo a Night, no tengo a más nadie. Tú tienes a tus padres, tienes a Salomón. Sé que tus padres aman a Night y no lo dejaran.

Y era cierto. Day pensaba en la tristeza de los padres de Brick a perder a su hijo, no dudó en compararla con la perdida de sus padres, aunque no era lo mismo, sabía que le causaría un dolor irremediable.

—Piensas en todo, ¿verdad? Menos en mí.

—Brick... —Day apretó sus puños. Por instante, pensó en los viejos recuerdos y aflojó sus manos, tomando una pausa para respirar hondo y responder—. ¿Crees que quiero estar aquí? ¿Crees que quise dejarte? ¡No, Brick! ¡No!

La ira se apodó nueva vez de Day. Apretó sus labios sobre los de Brick, dejando un fuerte beso y abrazó su cuerpo con fuerza.

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La voz de la doctora se escuchó allí. Day apretó aun mas fuerte a Brick de su pecho. Brick levantó su rostro y vio como las lágrimas salían de los ojos de su amado.

—Day... ¿volveremos a vernos?

—Siempre estoy a tu lado.

—Además, Salomón, no sé como lo hace, pero puede verme.

—Day... te amo.

—Yo también te amo, Brick —sus labios se unieron en un apasionado beso, perdiéndose en el pitido de las máquinas de la sala de emergencias—. Debes cuidarte.

—Lo tenemos.

En el pasillo, fuera de la habitación de cuidados intensivo donde colocaron a Brick, Nan está sentado. Sus manos reposan sobre su agachada cabeza. Prometió cuidar de Brick, prometió que daría su vida de ser necesario, sin embargo, aquí estaban, se culpaba por lo sucedido.

—Nan, vamos a comer —Night se acercó a él. Está sentado aquí desde la mañana sin moverse, es evidente que ha llorado, sus ojos no pueden mentir. Era horario de visita, por lo que Nick, estaba dentro de la habitación. Solo eran unos minutos, pero todos turnaban los días para entrar a verlo. Las dos semanas desde el accidente, todos han ingresado a verlo.

Nick, devastado, se dejó caer en el asiento dispuesto para los familiares fuera de la habitación. Sin decir una palabra, subió sus pies sobre el sofá, abrazando sus rodillas, sollozando.

—Se me ha ido mi único amigo, ¿volverá? —preguntó Nick. Neil abrazó el cuerpo de su amante.

—Vamos a casa, Nick —Neil estaba preocupado de la situación. No le gustaba ver a Nick de esa manera. Para su sorpresa y la de todos, la respuesta de Nick.

—¡No! No lo has entendido, ¿verdad? Él es el novio de tu amigo, tu mejor amigo. Si yo estuviera en esa cama... si fuera yo quien estuviera con esos aparatos ahí adentro, Brick nunca se movería de aquí, Brick nunca me dejaría solo en este hospital, ¿puedes entender eso? —el cuerpo de Nick temblaba. El corazón de Neil se hizo pedazos, no soporta ver a su pequeño rinoceronte de esta manera.

—Está bien, solo estoy preocupado por ti. Lo siento —Neil tomó el cuerpo de novio y lo apoyó en su pecho. Nan seguía allí, sin moverse. Levantaba sus ojos por instante y observaba a todos en silencio. Mac había partido a Estados Unidos días antes del accidente, pero las malas noticias lo hicieron regresar.

—Nan —dijo Mac al llegar al pasillo. Nan se paró de su silla para sorpresa de todos, apretó un abrazo sobre Mac y se quebró. Todo el dolor que tenía guardado, fue liberado en un instante y delante de todos. Todos quedaron en silencio por la sorpresiva escena. Nunca antes vieron a Nan romperse así, solo cuando Mac y la única persona que lo vio, ahora mismo estaba dentro de cuatro paredes con maquinas conectadas en todo su cuerpo.

Al llegar a casa, Night se recostó en el suelo de la habitación de su hermano como aquella vez con Brick. Su respiración era pesada, su pecho pesaba, le era difícil respirar.

—¡Aaaaaaaaahg! ¡Aaaaaaaaahg! —gritó y gritó. Esta vez no había nadie en la casa. Su corazón seguía latiendo con fuerza. Sentía que quería salir corriendo de allí. Seguía gritando una y otra vez, hasta que su pesadez se aligeró—. ¿Por qué tienes que llevarte todas las personas que me importan? ¿Hice algo malo?

Gear se derrumbó fuera la habitación, no sabía qué hacer. Abrió la puerta de la habitación y se tumbó con Night. Gear pensó en hermano, si un día faltara en su vida, no sabría que hacer, él ama a su hermano y puede entender el dolor de Night.

En el gran sofá del pasillo, Nan esta recostado sobre el pecho de Mac. Sus ojos están hinchados. Mac acaricia su cabello sutilmente. Por otro lado, Nick se quedó dormido en los brazos de Neil. Los padres de Brick ya se han marchado a casa. Su madre siempre se queda, pero hoy fue persuadida por Neil para que descanse adecuadamente en casa y ellos se quedarían esta noche ahí.

Salomón aún seguía en casa de sus abuelos. Pensaban regresarlo a Estados Unidos, pero con el accidente, sus padres decidieron dejarlo y volar a Tailandia. Pero la semilla de Day germinó perfectamente, durmiendo solo en su propia habitación. Sin miedo.

Esa noche, abrió sus ojos bajo la oscuridad. Sintió que se subían a su cama.

—Tío Day vendrá y los golpeará, ¿Quién está ahí?

—Soy yo, Salomón.

—¡Tío Brick! ¡Tío Day!

Ambos se acostaron a cada lado de Salomón. Por esa noche, volvieron a ser la pareja feliz que fueron hace unos meses.

—¡Esta noche dormiré feliz! —dijo el pequeño dejando un beso en cada mejilla de sus tíos.

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⏰ Última actualización: Jun 19, 2023 ⏰

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