Izuku y Momo se conocieron en la playa de Dagoba poco después de que él peliverde la terminará de limpiar.
Los 2 se hacen buenos amigos rápidamente y sin saberlo esa amistad escala rápidamente.
Pero en una ocasión Izuku salva a una bella mujer de se...
Momo Yauyorozu es una chica de cabello y ojos negro azabache, posee una gran belleza natural y también un cuerpo el cual está exageradamente desarrollado para una chica de su edad.
Con un par de pechos copa D bien llenos y redondeados junto a unas anchas caderas que por más que lo intentará no podía evitar que se contonaran de una manera atractiva.
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La chica estaba vestida con una blusa de manga corta de color blanco lisa, una falda de color rojo que le llegaba un poco por debajo de las rodillas y finalmente unas sandalias de tacon negras.
Ella caminaba por lo que era la playa de Dagoba admirando la vista, pues era de conocimiento común que este lugar era un enorme vertedero.
Tenía 2 objetivos el día de hoy.
El primero y principal era encontrar a la persona responsable de que este lugar estubiera en este exelente estado de limpieza.
Y el segundo era admirar la vista del lugar y pasear un poco poco la arena mientras estaba descalza.
Lo único que sabía era sobre un hombre rubio esqueleto y un chico de cabello verde bastante lindo.
Camino un poco más hasta que decidió quitarse las sandalias y caminar por la arena dando uno que otro saltito en su paso después de todo aún tenía 15 años y todavía podía comportarse como una niña en ciertos aspectos.
Después de unos cuantos minutos logro ver color verde en la lejanía.
Decidió acercarse para saber si era el chico que estaba buscando y cuando se acercó lo suficiente supo que era el.
Pero la descripción Dada solo se cumplió hasta cierto punto, ya que el chico de cabello verde era bastante lindo y muy muy guapo.
Pero del cuello para abajo era un maldito Adonis, tenía el cuerpo lleno de músculos que parecían que habían Sido cincelados por un escultor profesional, no había parte de su cuerpo que no tuviera músculo.
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El chico estaba muy concentrado haciendo flexiones.
Con un sonrojo en su rostro y un poco de timidez ella se acercó a el para poder hablarle.
-Emm, disculpa- fue la dulce y melodiosa voz que lo saco de su concentración
Levantando la vista el joven de cabello verde se encontró con la mujer más hermosa que en su vida hubiera visto y que posiblemente vera.
-S, si- dijo con timidez el chico mientras se levantaba, mostrando que era un poco más bajo que la chica.
-¿Quisiera saber si usted fue quien se encargo de la limpieza de esta playa?- hizo su pregunta.
El joven por un momento se extraño por la forma de hablar de la chica frente a él ya que tenía cierto toque de formalidad y también por uso de ciertas palabras.
-S, si fui yo, lo hice como, como entrenamiento para entrar a la UA, quiero ser un héroe- contesto un poco nervioso al inicio pero con convicción al final.
-¡Oh!, yo también iré a la UA, también quiero ser una heroína- dijo ahora más feliz.
-Como aún falta un mes para los exámenes no puedo detenerme en mis entrenamientos- comento el chico.
-Yo entre por recomendación- dijo con un pequeño tono de tristeza.
Pues al saber que el chico frente a él se estaba esforzando tanto para poder el examen y ella solo tenía que presentarse el primer día de clases, la hacia sentir que no merecía ese lugar.
-Debe de ser una buena razón para entrar por recomendación, si no, no habría razón para que no lo hicieran- le dijo el peliverde.
-¡Oh!, que descuidada soy ni siquiera me he presentado adecuadomente, Yauyorozu, Momo Yauyorozu- se presentó de una manera formal estirando la mano.
-Midoriya, Izuku Midoriya- fue el turno del joven de presentarse mientras estrechaba la mano de la pelinegra.
Ambos siguieron hablando durante un par de horas más conociendose entre si y básicamente volviéndose amigos en un instante.
Cuando se percataron de la hora que era se despidieron el uno del otro no sin antes compartir su información de contacto.
En un impulso repentino la pelinegra abrazo al chico quien por inercia devolvió el abrazo.
Izuku se quedó un momento ahí en la playa ahora limpia un poco aturdido por lo que acaba de suceder hasta que la realidad lo golpeó.
-¡¡HABLE CON UNA CHICA!!- grito el joven.
Para tomar el camino de regreso a casa muy sonrojado y avergonzado.
-*Hice una nueva amiga*- era el pensamiento que pagaba su mente durante el resto de la tarde y la noche.
