Primera Parte - Hace 20 Años

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Jasnah Kholin, de diez años de edad, se encontraba en su habitación privada, estudiando unos relatos hallados en la biblioteca esa misma mañana. "Realeza vorin", rezaba el título.
<<Tormentas...>>-pensó Jasnah-<<no me imaginaba que por ser noble debía casarme... Y además con un hombre.>>

Jasnah sentia cierta aversión por los hombres alezi. Bueno, por cualquier hombre en realidad. Ellos y sus estúpidas costumbres. Guerra, muerte, masculinidad... Todo eso eran cosas que le repugnaban y casualmente todos esos seres las compartían.
<<Bueno... Todos menos...>>

Un fuerte golpe en la puerta hizo que se abriese de par en par y por ella entró Elhokar, el hermano de Jasnah y sucesor al trono. Elhokar, a sus ocho años de edad, ya era bastante conocedor de todo lo que le rodeaba. Tenía un fulgor en los ojos que le resultaba llamativo a Jasnah, además de un fuerte vínculo que ambos compartían, creado por malas experiencias y una familia desestructurada.

El interior de Jasnah se revolvió

- Elhokar? Que estás haciendo aquí? Pensaba que estarías entrenando con el tío Dalinar y los primos.

- Bueno, así era, hasta que decidí tomar un descanso y venir a verte -respondió Elhokar con una sonrisa mientras se acercaba- No creo que nadie objete, al fin y al cabo soy el futuro rey.

Condenación, ese crío siempre sabía que decir

- Sabes bien que padre no desea vernos juntos, hermano. No le gusta que... Nos llevemos tan bien.

- Padre no tiene ni idea de lo que dice, Jasnah -replicó Elhokar con una seguridad intachable- puede que sea un hombre de honor y un mejor guerrero, pero sin duda no sabe lo que este vínculo que ambos compartimos.

El corazón de Jasnah comenzó a martillear a una velocidad alarmante.

Elhokar se sentó en la mesa, justo al lado del libro que su hermana estaba leyendo.

- "Realeza Vorin..." -leyó Elhokar- Espera. Ese libro no trata de...

- Maldito seas tormentoso crío, largate de aquí y no me molestes en mis estudios si no quieres que te meta en el fabrial calentador de madre. ¡Quizás asi seas útil como combustible de los bailarines llamaspren! -grito Jasnah mientras lo empujaba fuera de la mesa y posteriormente cerraba la puerta, expulsandolo de la habitación.

<<Condenación. Por qué me tiene que pasar esto a mi, por qué tengo que sentir estas cosas que aun ni comprendo>> -pensó la joven Jasnah, justo antes de dar un largo suspiro y ponerse de nuevo a repasar su libro

Un amor de ReyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora