Mónica & Richelle estaban dando los últimos toques de la maravillosa fiesta que habían planeado desde hace meses atrás.
Luis y sus cuñados habían terminado de armar algunas " Tumbas " De madera en el jardín de la casa, también habían hecho un "túnel" A base de madera y plástico que da paso a la fiesta en el jardín.
Richelle término de colocar los maniquíes con disfraces de terror, Mónica terminaba de poner telaraña por algunas partes de la casa. Por otro lado Luis ahora estaba dando indicaciones de donde poner mesas en el lugar, el dj que habían contratado ya estaba acomodando su equipo en una de las esquinas.
— me encanta el resultado — comentó Mónica caminando hasta su novio.
— a mi también, ya veremos si les gusta a los demás — respondió el chico de cabello lacio con tatuajes abrazando a su novia sobre los hombros.
— ¿ necesitan algo más? — pregunto Richelle saliendo de la casa.
— No, yo creo que ya debemos empezar a vestirnos — respondió su cuñada.
— si por que las mujeres tardan más — bromeó Luis.
— tu no te quedas atrás, Gerardo — se burló Richelle.
— deja de decirme Gerardo, Rich — contestó el mayor de los Chávez.
— voy a ignorar que me has dicho así, nos vemos al rato.
Y la hermana menor de Luis se fue dentro de la casa. La pareja la siguió yéndose a sus habitaciones para ponerse el disfraz que usarían esa noche.
Eran ya las seis con treinta de la tarde noche, por lo que se dieron prisa.
— ¿ de que vendrás vestido, mi amor platónico? — se preguntó Richelle mientras veía una fotografía de Kevin en su celular.
En otro lado de la ciudad Kevin se estaba debatiendo entre si debía comprar ese disfraz o no.
El chico no era mucho de fiestas, pero no podía hacer la grosería de no ir a la fiesta de su compañero de equipo.
Aún con un poco de indecisión, Kevin tomó el traje del aparador y lo llevó a la caja para pagarlo. Ni siquiera quizo probarselo, solo tomó el que le quedaba un poco grande a simple vista y ese llevó.
Una vez que le entregaron el traje en una caja de cartón que llevaba el nombre de la tienda, Álvarez salió de dicha lugar del centro comercial.
Camino a pasos rápidos hasta donde había dejado su auto, una vez que llegó subió al asiento del copiloto y lanzo la caja en los asientos de atrás.
Puso su playlist para conducir por la ciudad hasta la casa de su mejor amigo, ni siquiera tenía pensado en ir a su casa o se arrepentiria de usar ese traje bien ajustado a su cuerpo.
Treinta minutos después llegó a la casa de su mejor amigo, ya habían algunos invitados dentro, lo supo por el ruido que había.
Se adentro a la casa, a la primera que se encontró fue a Mónica.
—Kev, pensé que ya venias disfrazado — murmuro la castaña que estaba disfrazada de " El sombrerero ".
— En realidad quiero vestirme aquí, me da algo de pena mi disfraz — admitió con pena evidente.
— ¿ por que?, ¿ de que tienes planeado disfrazarte? — pregunto su amiga de forma cautelosa.
— Spider-Man — respondió simplemente.
— ¿ y cual es la pena Kevin?, es un traje común que muchos han usado en algún momento. — trato de restarle importancia.
— Pues no lo sé — ambos rieron y entonces apareció Luis .
