Problematic Dream

Ocho. [ Joaquín ]

12 de Marzo.

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Elizabeth Gress y Uberto Bondoni celebran treinta años exactos de matrimonio, motivo más que suficiente para organizar una enorme fiesta con sus amigos y familiares.

La casa del matrimonio ha sido elegantemente decorada para la ocasión. Hay centenas de flores repartidas en bellos arreglos por todo el jardín, además de un montón de mesas para que los invitados puedan disfrutar del delicioso banquete sin problema alguno.

Apenas llegó a la casa. Joaquín se acercó a sus padres para felicitarlos, tomarse un par de fotos con ellos y entregarles el regalo que había elegido cuidadosamente junto a su esposo. Saludó también a un par de familiares que pasaban por casualidad frente a él y se abstuvo de acercarse a alguien que estuviera lejos para evitar reclamos de otras personas después ya que toda la familia se había dado cita al evento y eran tantos que jamás acabaría de saludarlos.

Hasta su abuela materna de había dado cita en la reunión x haciendo feliz a Joaquín ya que llevaba muchos meses sin verla y ya la extrañaba mucho.

—Te ves bastante bien.— halaga su abuela al verlo quitarse el saco que se había puesto encima —Esa camisa te hace ver sexy— sonríe con complicidad, sacándole una risa a su nieto.

—Lo mismo me dijo Emilio, por eso me la compré.

—A tu esposo le pareció sexy, eh.— recalca una de sus primas y su mirada pícara no se hace esperar. —Creo que alguien no dormirá mucho esta noche.

Y ante el sonrojo que se apodera de sus mejillas, todos los presentes en la mesa estallan completamente en risas. Sus primos comienzan a hacerle bulla y no pierden la oportunidad de intentar hacerlo incomodar con palabras sugerentes o hasta sonidos para nada aptos, pero Joaquín es fuerte y se niega a darles otra vez la satisfacción de verlo avergonzado.

En el primer ataque lo tomaron desprevenido, pero ahora se mantiene firme y preparado.

—Ya cállense.— ordena otra prima.

—Bueno, como el resto de primos somos simples solterones que no tendremos una noche fantástica como nuestro amado Joaco...— vuelve a burlarse —¿Qué les parece ir todos juntos a un club luego de la fiesta?— pregunta su primo Fabián, causando un enorme barullo en la mesa.

—Uy, yo quiero.— se apunta Mónica. Otra prima.

—Ustedes no van a ir a ningún lado.— interfiere su abuela —Hoy tenemos que quedarnos a celebrar con sus tíos y todos nos iremos por la noche.

Un abucheo se hace escuchar por parte de los menores ante las palabras de la abuela, por lo que la mayor se ve en la necesidad de ponerse a callar a cada uno de sus extrovertidos nietos, los cuales terminan siendo mucho más escandalosos que todos los infantes de la familia.

La plática/discusión amistosa entre los menores y su abuela continúa de manera amena durante una media hora más, hasta que sus primos se dividen yendo a bailar o buscar algo de beber, y su abuela se aleja para charlar un rato con dos de sus hijas.

Joaquín se queda en la mesa junto a su primo Fabián, y Mauricio, quién ha llegado a la fiesta hace uno cinco minutos, luego de haber terminando su turno en el hospital.

—Yo sí tenía muchas ganas de ir al club.— exclama Fabián, dejando su copa vacía sobre la mesa. —La abuela nunca nos deja salir a emborracharnos.

—Te prometo que el fin de semana te invito a un bar bastante bueno que conozco, ¿Aceptas?— Mauricio capta la atención de ambos chicos, pero su vista se mantiene puesta en Fabián.