20 de Febrero.
•••
Finalmente viernes. Día en el que, al menos por ésta semana, culmina el ciclo laboral para el médico.
El rizado deja su consultorio atrás, alejándose de lo más contento y sintiéndose bastante emocionado por llegar a comunicarle a su esposo que por fin podrán pasar el fin de semana entero juntos. Dos largos días de soledad en pareja que Emilio piensa utilizar muy bien, para reavivar esa chispa de amor en su matrimonio y finalmente ir arreglando cada uno de los errores que ha cometido últimamente.
Considerando que se ha estado esforzando mucho día tras día para terminar con su trabajo temprano y poder tener más tiempo libre que pasar con su esposo; pero simplemente la suerte no ha jugado a su favor y le ha sido casi imposible tener momentos a solas con su marido.
Hubieron veces en las que debió atender a muchos pacientes durante el día o le fue imposible resolver todos sus pendientes en una sola jornada de ocho horas, por lo que se vió en la necesidad de extender sus horarios laborales para poder culminar su trabajo y evitar que los pendientes se acumularan; llegando, por ende durante esos días, mucho más tarde a casa.
Algo que lo frustraba y sigue frustrando demasiado, porque la impotencia de llegar a su hogar y toparse con la mirada decepcionada del castaño siempre se suma al doloroso cansancio con el que carga día tras día.
Extrañamente Joaquín no le ha reclamado nada y parece limitarse solo a continuar con su rutina de siempre. Evitando iniciar discusiones entre ellos, pero haciéndole sentir con esos comportamientos a su esposo que la relación continua estancada en una clase de limbo, dónde Emilio no sabe con exactitud si el desinterés de su pareja se debe a que intenta confiar en él o si simplemente el castaño ya está cansado de todo y no piensa seguir luchando por algo a lo que ya no le ve solución.
Por algo que, tal vez, solo lo lastima más.
—[ ¿Hola?, ¿Qué necesitas, Taddeo? ]— responde la llamada del pelirrojo, ocultando el tono molesto en su voz.
Él realmente creyó -de manera estúpida- que por un maldito día tendría un descanso del caprichoso universitario. Taddeo no lo había llamado ni mensajeado en toda la mañana, por lo que Emilio pensó que tal vez tendría algo de suerte y podría pasar su sagrado tiempo con su esposo. Estando solamente atento a él y preocupándose únicamente por él.
Oh dios, pobre iluso.
—[ Emi, ocupo que pases a recogerme a la universidad ahorita mismo. ]— un par de cuchicheos se escuchan del otro lado, pero no les toma importancia. —[ El auto se me quedó sin gasolina y tuve que venirme en transporte público por la mañana, pero ahora mis pies están tan cansados que no me veo capaz de caminar hasta la parada para tomar el autobús de regreso. ]
—[ ¿No puedes decirle a alguno de tus amigos con coche que te deje en la parada?. Yo tengo cosas que hacer. ]
—[ Tienes que venir tú por mí, Emilio. Mis amigos se fueron antes y yo no puedo solo tomar otro colectivo. ]— le aclara con cierto tono de molestia —[ Además ya tengo siete meses de embarazo y puede ser un riesgo que viaje en transporte público con toda la gente que hay a ésta hora. ]
—[ Es que tengo algunos pendientes en casa y no puedo ir. ]
—[ No te estoy pidiendo que pases el día conmigo o algo así. Solamente quiero que me lleves a mi casa y, una vez yo esté frente a mi edificio, tú puedes irte a dónde quieras. No me interesa. ]

ESTÁS LEYENDO
Problematic Dream
Fanfiction(CANCELADA) . . . Emilio Osorio y Joaquín Bondoni llevan cuatro años intentando convertirse en padres; sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, se les ha negado tal bendición. Después de tantos intentos, Joaquín decide dejar aquella ilusión de lado pa...