Tres. [ Joaquín ]

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12 de Agosto.

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«You got my heart, and you got my brain, so get on, get on a plane just take a fast car, right into my arms like...»—  canta el castaño en voz alta. Disfrutando de la letra y aprovechando la soledad de su hogar para desinhibirse un poco.

We belongde Dove Cameron continúa reproduciéndose a todo volumen en la habitación, gracias al pequeño altavoz que ha conectado a su teléfono celular. Joaquín se encuentra frente al enorme espejo que tiene en su habitación, retocando la ligera sombra con la que ha maquillado sus ojos y viendo detenidamente todo su cuerpo para asegurarse de que su vestimenta continua viéndose presentable; además de que aprovecha el espejo de cuerpo completo para apreciar lo bien que lo hacen lucir sus jeans ajustados y esa camiseta de vestir negra que su esposo le ha regalado hace apenas un par de días atrás.

No es por nada, pero justo hoy se siente realmente bonito. Tanto, que le hubiera gustado que su esposo lo viera para escucharlo decirle ese montón de bellos halagos a los que lo ha acostumbrado. Desde que eran novios, Emilio siempre se encargaba de recordarle lo hermoso que era y lo enamorado que se encontraba de él; incluso ahora, aún cuando ya llevan casi diez años juntos, su esposo continúa diciéndole cosas lindas cada vez que se esmera en arreglarse o hasta cuando no. En su vida, no hay día en que su marido no le haga algún comentario bonito sobre lo bien que se ha vestido o lo lindo que se ve hasta recién levantado, y eso es algo que a Joaquín le encanta.

Aunque hay que aclarar que obviamente él no se queda atrás y también disfruta llenar a su pareja de halagos, hasta el punto de hacerlo sonrojarse y ponerse tímido debido a la vergüenza. Emilio es un hombre sumamente apuesto y él es muy consiente de la semejante joya que tiene por esposo, así que siempre intenta hacer sentir bien y seguro a su rizado por medio de algunos cumplidos.

Mierda, tengo que apurarme que se me hace tarde. al escuchar el claxon del auto de su amigo, deja sobre el buró esa bonita fotografía que agarró y ahora ha logrado sacarle una linda sonrisa. Foto que se tomó con su esposo en uno de sus tantos viajes dentro del país.

Algo atareado, se apresura a desconectar el bluetooth de su teléfono y apagar la bocina; toma entre sus manos su pequeño bolso de correa y sale con prisa de su hogar, asegurándose de cerrar bien la puerta principal ya que su marido casi siempre regresa tarde del trabajo y él aún no sabe con exactitud cuánto tiempo pasará fuera de casa con su amigo.

Por la mañana, uno de sus dos mejores amigos le escribió un mensaje pidiéndole que lo acompañara a recoger un pedido, a lo que Joaquín no pudo negarse. El menor llevaba ya un montón de días saliendo de casa únicamente a comprar algunas cosas para su regreso al trabajo y a realizar la compra semanal de víveres, por lo que de inmediato aceptó acompañar al mayor. Solo de esa forma podría salir a pasar un rato agradable con su amigo antes de que llegue el día en que deba regresar a trabajar.

Hola, Joaco.— saluda su amigo cuando lo ve terminar de abrochar su cinturón.

Hola.— responde simple, otorgándole una leve sonrisa. —¿Estás emocionado por qué finalmente irás a recoger tus anillos?

—Lo estoy. Te juro que toda la semana estuve esperando que llegara día; ya quiero ver qué tan bonitos quedaron.

—Entonces enciende el auto y vamos por ellos, no perdamos más el tiempo.— ordena, recibiendo un emocionado asentimiento por parte de su amigo.

Problematic DreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora