"Confuso"

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- ¿Por qué insistes tanto?

Sus lagrimas empañaban su vista, los espasmos eran cada vez mas fuertes y su voz salía muy entrecortada y baja, estaba destrozado de eso no había duda alguna, desconsolado y sin saber que hacer.

Recibió la llamada mas aterradora de su vida, toda la maldita mierda por la que pasaba ahora era desesperante, quería que todo acabara, que todo fuera lo una vez fue, quería a su familia quería devuelta esos momentos alegres que ahora eran solo fragmentos de su pasado.

- Por qué soy tu mejor amigo. - se puso en cuclillas para estar a su altura, llevando una de sus manos al cabello negro revuelto y enredado. - Y no te dejare solo.

- ¿Y? eso de que putas me sirve - dijo desinteresado.

- Me importas, quiero que estés bien.

- Mientes, nadie hace nada sin recibir algo.

- Park. - soltó un suspiro sentándose a un lado del chico. - Quiero que mejores, deja de destruirte.

- Perdí todo Choi.

- Tu eres el que miente, tienes personas que aún creen en ti, que aún les importa tu bienestar, aún tienes amor y cariño a tu alrededor.

Paso su brazo por los hombros logrando abrazarlo.

- Tienes un objetivo en esta vida Seonghwa, y no dejaré que te rindas.

































La botella se estrelló en la pared derramando el líquido por todo el piso.

- ¡¡Lárgate!!

Gritó por tercera vez, estaba arto de ese chico, su presencia lo molestaba ya no quería escucharlo.

- Es necesario, no puedes...

- ¡¡Cierra la puta boca!! - camino a pasos rápidos y torpes hacia él. - Me tienes arto, tú y tu maldito sermón de mierda que no necesito.

- Quiero ayudarte, te estás lastimando, ya no puedes seguir de esta manera. - intento tomar sus manos, pero estás se alejaron rápidamente. - Necesitas ayuda.

- No.

Negó con su cabeza, caminado de regreso a la sala para tumbarse en el sofá riendo desganado.

- No.

Era observado por el chico con tristeza y preocupación, su condición emocional y física no era la adecuada, y mucho menos su adicción al alcohol.

- No.

Negó por tercera vez.

- No necesito tu maldita lástima Choi.

Se puso de pie, le tomo el brazo con fuerza y lo obligó a caminar fuera de su casa.

- No vuelvas a pararte en mi casa.

- Por favor escúchame.

- Ya no quiero escuchar, ya no quiero hablar, ya me cansé.

Limpio sus lágrimas rápidamente, no sería débil, y mucho menos frente a ese sujeto.

- Quiero estar solo.

Sentenció fuerte y seguro, dio media vuelta y cerro la puerta, dejando con la palabra en la boca a su amigo, el cual solo buscaba su bienestar.

































~Bestia~ ||Yungi||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora