~Bestia~ ||Yungi||

"Perdón"

Adaptarse fue difícil y aterrador, todo era nuevo, cada cosa, le parecía interesante, la rutina de San era sencilla pero precisa, tenía hora de despertar y hora de dormir, actividades programas en las tardes y un horario establecido para trabajar en casa.

- Te dejaré solo por algunas horas, me necesitan en el hospital, HongJoong vendrá a verte en una hora, mientras puedes ver la televisión o estar estar en el jardín.

Escuchaba atento, le ponía nervioso estar solo, pero era algo que tenía que experimentar según las palabras de su hermano, así simplemente estuvo de acuerdo a todo lo que le dijo, lo vio ponerse su bata blanca y salir de la casa, inundando un silencio después de cerrar la puerta e irse.

Miró al exterior por la ventana un par de minutos, buscando la respuesta a su pregunta.
¿En realidad eran familia? Se repetía con tanta insistencia que la duda se hacía más grande.

San era muy distinto a él, nada a lo que recordaba, era más bajo y con cabello mas oscuro, con voz más aguda que la que recordaba, un poco serio y algo aburrido, pero le agradaba, su compañía le había hecho comprender todo lo que había pedido en esos años encerrado en aquel ático.

- Familia.

Ellos ahora lo eran, y no dejaría a un lado por sus estúpidas dudas, podría todo su esfuerzo para recordar lo que olvido por culpa de sufrimiento.

- Hola, ¿hay alguien en casa?

La voz de Kim lo hizo reaccionar y mirar la puerta nuevamente, le dio felicidad verlo.

- C, como estás, San dijo que te sacaría un rato del psiquiátrico, me alegro que avances bien.

Vio la bolsa blanca que cargaba el chico, siendo curioso se acercó a él y primeramente lo abrazo, demostrando que también lo había extrañado.

- Bestia, no C.

- ¡Hablas! Dios estas hablando. - se volvió más fuerte el abrazo y algunas lágrimas salieron de los ojos de Kim. - Me alegro por ti.

- ¿Comida? - apunto la bolsa aún en las manos del chico.

- Si, vamos, comamos y hablemos un poco.

- Procura no hacer esfuerzos y todo está bien.

- Gracias doctor Choi.

Mingi se ponía de pie de aquella cama tan incómoda, feliz de por fin salir de aquel hospital.

- No hay de que Mingi, cuídate y no vuelves en un buen tiempo.

El doctor salió dejando solo, sumergido en sus pensamientos, debatiendo y analizando toda la información que recaudo en esos días de mierda.

"El chico está en un psiquiátrico, tal parece que el jefe lo tendrá en la mira un buen rato".

¿Yunho estaba en un lugar como ese, estaba bien?

"Rápido, el jefe esta furioso, tal parece que dio con el responsable, vamos".

¿Cual responsable? Por qué todos esos idiotas corrían de una lado a otro como si Yunho fuera la joya más preciada de ese imbécil de Bang.

- Song, ya es hora. - miró al responsable de esa voz rasposa y profunda. - Ya descansaste demasiado.

- Tal vez no quieras escuchar lo que tengo para ti.