Entre las sombras, lejos de la luz

Capitulo 20

Obi-Wan y Anakin pelean.

Cuando Ahsoka y Killa desaparecieron de su vista, Obi-Wan se lanzó a la batalla con Anakin. Había crecido mucho desde el niño que había sido en el Templo; en primer lugar, era mucho más alto, lo que, aunque Obi-Wan se había acostumbrado a enfrentarse a oponentes altos, no era útil, pero también, él luchó con más saña, pero menos salvajemente al mismo tiempo. Era un cambio peligroso, y no ayudaba que Obi-Wan en realidad no quisiera hacer esto. Por todo lo que había pasado, todos los años y la distancia y el hecho de que Anakin ahora era un Lord Sith, Obi-Wan todavía no estaba listo para esta pelea.

Él nunca lo sería. No cuando Anakin todavía estaba allí, algún indicio de él, a pesar de cómo había crecido y cambiado. Algo insinuaba al niño que crió, y lo estaba matando.

Al igual que esta pelea posiblemente lo mataría, porque Obi-Wan no estaba del todo seguro de si necesitaba preocuparse por lastimar a su antiguo padawan. Fue todo lo que pudo hacer para que no le cortaran la cabeza. Si no hubiera sido un maestro de la defensa, ya estaría muerto. Al igual que habría estado muerto si Killa hubiera hecho algún intento de matarlo. Esto no era nada como luchar contra Dooku. Dudaba que incluso luchar contra Sidious hubiera sido así.

Bueno, dado que la pareja había matado a los otros dos Sith, la comparación era realmente innecesaria de todos modos. ¿Qué había estado pensando, otra vez? Conocía a los Lores Sith. Había luchado contra Maul y Dooku, e incluso Ventress y Grievous, ni un Sith completo, ni siquiera sensible a la Fuerza, habían sido oponentes letales. Sidious habría sido mejor que cualquiera de ellos, supuso, o Dooku lo habría matado hace mucho tiempo. Y, sin embargo, no se había dado cuenta de que el Sith con el que luchaba ahora sería más poderoso que eso. No hasta que estuviera luchando por su vida.

Y esa vida podría no durar mucho más, a este ritmo.

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Finalmente.

Esa había sido la única palabra en la cabeza de Anakin cuando llegó Obi-Wan, con Ahsoka a cuestas. Después de todo este tiempo, finalmente se enfrentaba a su antiguo maestro.

No fue una gran pelea. Si Anakin no estuviera luchando contra sí mismo tanto como Obi-Wan, tratando de no perderse por completo en su ira. Control, algo con lo que siempre había luchado. Menos como Sith, principalmente porque el control para un Sith era menos restrictivo que para un Jedi, pero siempre estuvo ahí. Killa pensó que Sidious podría haber hecho algo, solo el pensamiento llenó de ira a Anakin, pero nunca lo sabrían con seguridad, ahora que el hombre estaba muerto. Dooku también, aunque probablemente no lo habría sabido de todos modos.

Todos estaban muertos, excepto Obi-Wan, y Anakin estaba listo para remediarlo muy pronto.

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Estaba cansado. En general, podía aguantar mucho más que esto, pero el estilo de lucha de Anakin lo estaba desgastando rápidamente. Al menos Anakin no lo estaba lanzando con la Fuerza. Eso fue mucho peor.

No sabía cómo había llegado a esto. Nunca debería haberlo hecho. Anakin, lo siento.

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El desliz tenía que llegar tarde o temprano. Obi-Wan estaba demasiado distraído para darse cuenta de que estaba retrocediendo contra una caja, y Anakin usó eso a su favor para quitarle el sable de luz de la mano, usando la Fuerza para tirarlo al suelo. Indefenso. A merced de Anakin, y él no tenía nada de eso para sus enemigos. Ninguno para este hombre.

Anakin levantó su sable de luz para dar el golpe mortal, y debería haber terminado, pero simplemente... se detuvo. Una voz en la parte posterior de su cabeza que había estado tratando de ignorar durante una década gritaba que no. Y de alguna manera, eso le hizo bajar el sable de luz. Porque no pudo hacerlo. Diez años, y no pudo obligarse a dar el golpe mortal.

Porque siempre había visto a Obi-Wan como una figura paterna, y los años en los que el hombre lo sermoneaba contra sentimientos como ese y aún más de separación no podían quitar eso. De alguna manera, todavía amaba al hombre frente a él, en cierto modo.

Tal vez eso era lo que la Oscuridad le había estado diciendo durante años, y él no había querido escuchar. Así que estaba aquí, ahora, y no podía hacerlo.

Anakin dio media vuelta y se alejó. Era lo único que podía hacer.

De alguna manera, ni una sola parte de él se arrepintió.