꧂✭𝓓𝓮𝓼𝓮𝓸𝓼 𝓐 𝓕𝓵𝓸𝓻 𝓓𝓮 𝓟𝓲𝓮𝓵✭꧂

Una Sola Vez

Con la excusa de tener que ir a trabajar el Zorro pudo librarse de Susan esa mañana, si mencionaba días libres seria como colgarse una soga en su cuello, así que se levantó y se vistió con su uniforme para ser más creíble la mentira, a la zorra no le quedó más opción que retirarse de la casa de su pareja.

Camino hasta la estación del metro, parecía que el mundo era más hermoso que de costumbre y su estado de ánimo estaba muy elevado de alegría el solo pensar que pasaría con su coneja todo el día le tenía marcada una gran sonrisa en su rostro.

*Tengo que lograr que sienta lo mismo por mi* pensaba una y otra vez, ayer le pareció leer sus labios un te quiero mientras la acariciaba, recordó cuando le dijo que extrañaba y lo necesitaba, ahora una chispa de esperanza se abrió en su vida y no deseaba desaprovecharla, ya después pensaría en qué hacer con la maniática.

En el metro frente a él una Gacela y un Leopardo sentados mientras hablaban de algo y sonreían al tiempo, solo mirar cuidadosamente y era posible ver el brillo en los ojos de cada uno, vio al depredador tomar la mano la chica y esta apartarla mientras miraba alrededor para asegurarse que nadie los vio, Nick hizo como si no se hubiera dado cuenta sus gafas oscuras ayudaban, recordó las palabras de Garraza hay muchas parejas interraciales en Zootopia, tal parece que habían evolucionado como especies pero en tolerancia y comprensión aun le faltaba demasiado a la sociedad.

Él personalmente lo sabía era la propia evidencia de esa intolerancia de las personas que lo hicieron llevar una vida de engaños y negocios turbios, la razón por la que no le importaba estar enamorado de una coneja era uno de sus secretos mejor guardados, revelarlo sería abrir una herida demasiado profunda.

Nick detalló a la Gacela y realmente era una niña muy linda sus orejas y cuernos tenían una bella forma y su cabello rubia en esa piel clara era una linda combinación, en las razas como ella no sólo conservaban las orejas también los cuernos, *que afortunado Leopardo pensó*, pero ninguna hembra era tan hermosa para Nick como su coneja.

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Tocó con emoción la puerta del departamento de Judy, cuando la perilla se movió le pareció una eternidad lo que demoró en abrirse la puerta, se abalanzó sobre la coneja en un abrazo, como siempre dejando caer su cuerpo,

-Zanahorias- exclamó pero sus ojos se abrieron como nunca antes al ver a Judy de pie frente a él y su lado su padre, el zorro brinco y se separó de la persona que abrazaba, la señora Hoops.

-Lo.. Lo... Lamento mucho Señora Hoops- dijo tartamudeando – pero déjeme decirle que se ve muy hermosa esta mañana- un cumplido para salir bien librado de la situación.

Las mejillas de la señora Bonnie se sonrojaron ante las palabras del Zorro- Hay Nick, tan amable como siempre- dijo mientras recibía un beso en la mano del zorro.

-Bueno, suficiente de sus halagos- Era el Señor Hoops, agarrando a su esposa del brazo y separándola de Nick.

- A mí no me engañas Zorro astuto, tus encanto no funcionan conmigo lo sabes- agregó mientras lo señalaba con el dedo.

-¿Cómo podría yo querer hacerme el pícaro con usted señor Stew?, usted un hombre tan sabio y perspicaz, no, no. Sería imposible para mí no soy nada si me comparo con tan tremendo hombre de familia- esa sutileza en la voz de Nick convecina a cualquiera.

El padre de Judy acomodo su overol en un gesto de aprobación de las palabras del zorro mientras su pecho parecía inflarse del orgullo, se lo había ganado totalmente Nick con sus monadas, pero el rostro de molestia de Judy le daba la señal al zorro de que a ella sus juegos de palabras no la convencían.