Pequeños escenarios con nuestro solecito Rengoku.
Espero les gusten y perdonen las faltas de ortografía que pueden llegar a encontrar.
Pueden pedir algún capítulo especial si gustan.
Los personajes no son míos a excepción de (T/N).
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
AU Escolar
•| Profesor Rengoku X Profesora ___
•| Rengoku: Profesor de Historia
•| ___: Profesora de Literatura
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era un Lunes por la mañana, te encontrabas en tu oficina calificando algunos exámenes que habías dejado pendientes el día anterior debido al cansancio ocasionando por el próximo festival en la academia.
Estabas tan apurada y concentrada que no notaste cuando cierto profesor entro a tu oficina sin hacer mucho ruido. Los ojos azules del hombre se quedaron fijos en tu rostro esperando que lo miraras.
- Buenos días ___- habló con tranquilidad el ojiazul-, ¿No terminaste ayer?
- Oh!- lo miró apenada por no notar su presencia-, buenos días Giyu, ¿Cómo estás?
- Bien, pero por lo que veo tu no estás tan bien- se sentó frente a su escritorio-, tienes aún mucho por hacer y el festival este año está a tu cargo ... ¿Podrás con todo tu sola?
- Claro que si, no te preocupes!- le dedicó una amplia sonrisa-, estoy algo cansada, salgamos por algo a la cafetería
Ambos profesores salieron de la oficina y se dirigieron a la cafetería. Giyu no ordenó nada, en realidad solo había aceptado para acompañar a su amiga quien si quería hacerlo.
Regresaron a la oficina y se sentaron nuevamente a platicar unos momentos sobre temas triviales. Minutos más tarde, la puerta de la oficina se abrió y entro una mujer con una gran sonrisa.
- Shinobu, pasa- la chica se levantó de su asiento-, ¿Que te trae por aquí?
- El director nos llamo a una reunión de urgencia, me tomé la molestia de venir a avisarte, no sabía que Tomioka estaba aquí
- Bueno, ya vamos- sonrió alegre-, adelantate que en unos momentos vamos para allá
La recién llegada salio de la oficina y se dirigió a la oficina del director en dónde ya se encontraban algunos profesores. A los pocos minutos un hombre de pelo negro entro saludando a todos y dedicándoles una sonrisa tierna y calmada.
