Capítulo 1: No necesitas de un hombre

15 1 0
                                    


Desde que somos unas niñas hemos crecido con la falsa promesa de un día alcanzar la felicidad absoluta al lado de nuestro príncipe azul, como en las caricaturas de las princesas, en donde se salvaban de su vida como prisioneras para después ser liberadas y tener su final feliz. Niña, despierta. Al único punto en tu vida en donde debes enfocarte es en ti misma. 

¿Has visto los casos de mujeres poderosas, con amor propio, trabajadoras, enfocadas, etc; siendo blanco de todo tipo de hombres que las buscan para sentirse completos?

Yo si. Y para tu buena suerte te explicaré desde las dos caras de la moneda, porque a lo largo de mi vida he estado en ambas situaciones. 

En mi época en donde era insegura, más anhelaba la atención de los hombres. Una mujer insegura no es una mujer atractiva, así de sencillo. Aqui no abordaremos temas al extremo, aqui hablaremos como en una plática con café y pan. Cuando comencé a centrarme en mi, en mi aspecto, a amarme a mí, a hacer lo que me gustaba, fue cuando la magia ocurrió. De pronto de todas partes me hablaban chicos, me pedían salir, me mensajeaban, incluso hubo varias situaciones en donde me iban a buscar a mi casa. Te contaré dos.

Cuando estaba en la secundaria sufrí de bullying por mi apariencia, así que comencé a levantarme más temprano para bañarme, peinarme, perfumarme, planchar mi uniforme, escoger accesorios delicados y aceptables para las reglas de la escuela. 

No solo me libré del bullying, sino que los chicos comenzaron a rondar alrededor de mí. Un chico que me admiraba a la distancia trabó amistad con uno de mis amigos solo para un día salir los tres. 

En la segunda historia, estaba en la preparatoria. Un chico que me gustaba de la secundaria estaba en mi escuela, y aunque pasó casi un año, una de nuestras amigas en común le pasó el rumor de que yo estaba perdida por él. Gran error, pues el tiempo y las personas cambian, asi como sus gustos. Él ya no me gustaba. Así que empezó a hacer una red de amistades para que me conocieran, y toda la información se la dieran. Lo cual es hasta un punto enfermizo. Sabía que me gustaba leer, que amaba el pan de vainilla, que amaba bailar, etc. 

Un día se presentó en la puerta de mi casa con una bolsa de pan (era pan para toda mi familia), y con un libro de Alejandro Dumas, haciendo hincapié que era un libro muy bueno, exclusivo, costoso, especial, etc.

No necesitas de un hombre. Te necesitas a ti. 

¿No sabes cómo comenzar a amarte? Pues aquí te tengo la respuesta que me hubiera gustado a mi tener. 

1. Empieza a cuidarte. 

Cuida tu salud corporal.

Investiga la gran variedad de ejercicio que se puede hacer y que disfrutes, y comienza desde la comodidad de tu casa. Te toma dos semanas estar acondicionada, pero a los dos meses de hacer ejercicio en casa ya estarás lista para ir e inscribirte en la actividad que más te guste sin caer a tropicones.

Come bien, evita la comida chatarra, trata a tu cuerpo como si fueras intolerante a todo lo que tiene sellos en las etiquetas. Créeme, te cambiará la vida. Busca asesoramiento profesional con un nutriólogo, o construye tú tus comidas balanceadas conforme a tu gusto y a tu presupuesto. No olvides comer frutas, verduras, y sobre todo tomar agua. Todo esto mezclado con dormir bien. Mínimo seis horas, máximo ocho horas.  

Cuida tu piel, a la hora de salir de la ducha hidrata tu piel, tu cabello, aplica protector solar, verás cambios en tu tono de piel en menos de un mes. Trátate con mucho cuidado.

Mantén tu mente ocupada en lo que a ti te interesa, no en lo que a los demás les interesa. No trates de vivir para darle gusto a alguien, sino para darte gusto a ti. Eso nos lleva a los hobbys. A los pasatiempos. A algunos nos gusta leer, a otros dibujar, a otros los videojuegos, etc. Pero trata de no pasar demasiado tiempo en las redes sociales, recuerda que son una herramienta, no un arma. Debes usarlas para comunicarte, motivarte e inspirarte. Para entretenerte también, pero marca límites.

Deja de sobre pensar. Lo pasado, pasado. Piensa en que tu "Yo" del futuro te necesita ¡Ahora!

Levántate temprano, ve a la escuela o trabajo, mantén tu cuarto ordenado, tu ropa acomodada a tu gusto. Separa tu ropa por pantalones, vestidos, blusas, sudaderas, etc. Sé práctica, ten todo dividido y a la mano. Debes saber donde tienes cada cosa. 

Lleva una rutina que te agrade de skincare, cuidado facial y de la piel, ponte mascarillas, exfolia tu piel, trata tu cuerpo con mucho mimo, depilate, aplica todo el iluminador que quieras a la hora de maquillarte, pero maquillate como a ti te guste, no sigas tendencias ni modas, son pasajeras, tú eres auténtica, única y valiosa, y verás cómo las demás comenzarán a querer ser como tú.

Aquí estoy, escríbeme.

-Anto.

Me, Myself and IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora