No confíes en nadie. A todos nos han traicionado al menos una vez en la vida, hasta las personas menos esperadas, como la familia. En mi caso, personas que habitaban conmigo. Llegó un punto en que tu salud mental corre peligro, pues no puedes contar todos los detalles de tu vida, de lo que haces y de lo que eres. Ellos escuchan para luego repetir.
Tampoco lo uses como un arma. No hay que aparentar ser alguien más, pues tus acciones y reacciones dirán más que tus palabras. Neutraliza todo lo que puedas. Confía en tí misma, y si buscas un consejo o estás en un aprieto y no tienes la manera de expresarlo en terapia, recurre a la línea de ayuda.
800 911 2000
No estás sola. Alguien te responderá y no te preguntará datos personales precisos, y tus pláticas serán totalmente guiadas, privadas y resguardadas. Yo lo hice, y no solo me funcionó, sino que me hizo senntir acompañada, fuerte, empoderada, que podía valerme por mí misma aunque no me resguardaran las espaldas las personas en quienes más me refugiaba.
Vuela, vuela alto.
No tienes que estar siempre esperando a que alguien te entienda y te ayude, porque sólo tú sabes por lo que estás pasando, y aquí estoy contigo, y lo que te puedo decir es que... es normal que te sientas mal. Sería muy raro, y preocupante, que ante las adversidades te sintieras bien, inmutable. Todos tenemos derecho a reaccionar y sentir, y es normal necesitar hablar.
Si no tienes con quién, acude a esa línea telefónica o busca en tu país la que ellos manejen. La que dejé en este capítulo es para México, pero seguro que en tu país también hay una línea a la cual pedir ayuda.
Todos tenemos derecho a la vida, y derecho a la felicidad, y con eso nos basta para exigirnos a nosotros mismos a vivir lo más plenos posibles.
Aquí estoy. Escríbeme.
-Anto.
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Me, Myself and I
ЧиклитSiéntate, relájate y sana con este libro de autoayuda. Revísalo cada vez que lo necesites, como el acordeón de un examen en la semana de finales. No estás sola, te tienes a ti, y con eso basta.