[Capitulo 9]

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Luego de haberse divertido por un rato, Chelsea y Ruby estaban exhaustas, así que se recostaron juntas en la misma cama, sin fuerzas para poder levantarse.

Ninguna dormia, solo descansaban. Chelsea mantenia los ojos abiertos y Ruby los tenía cerrados. Ruby estaba más cansada porque ella había hecho casi todo el trabajo.

Sin embargo, no tenía quejas.

Con un vistazo rápido, Chelsea logro deslumbrar la luz del sol entrando por la ventana, iluminando el rostro de ambas chicas.

Chelsea sonrio, al ver el rostro de su novia reflejado por la luz del sol, iluminado y brillante.

Se veía muy hermosa asi.

Las mejillas de Chelsea se sonrojaron levemente, su sonrisa no podía ser más sincera. Ella estaba absolutamente encantada por lo que veia.

"Y pensar que ya eres toda mia... Rubibuby..."

Tristemente, el deleite de verla no duro mucho, ya que Ruby se dio vuelta para que la luz del sol no la moleste.

Chelsea soltó un quejido de molestia, luego, se acerco más a Ruby para acurrucarse con ella.

Ruby no se molesto ante esto, dejo que Chelsea descanse junto a ella.

Hasta que recordó algo muy importante.

"Chelsea... basta... d-debemos ir a la escuela..." Dijo Ruby mientras intentaba alejarse.

"¿No te sentías mal?, pensé que no querías ir, mejor quédate conmigo... por favor"

"Chelsea... tenemos que ir a la escuela, no podemos..."

"Por favor, quédate conmigo... no quiero que me dejes sola..." 

"No estaremos solas, estaremos las dos... juntas... en la escuela"

"Ay... bien, como quieras" Chelsea se levanto de la cama, molesta y con su ceño fruncido "Vamos a la puta escuela entonces"

"¡Esa es la actitud!"

"Pero primero, deja que te prepare algo de comer"

"No es necesario, Chelsea, además no tenemos mucho tiempo"

"Tú me alimentastes antes, ahora yo quiero alimentarte también..." Dijo Chelsea con un tono seductor y leve, tan profundo que hizo recorrer un escalofrio por la espalda de Ruby.

"De acuerdo... pero que sea rápido" Dijo Ruby, aceptando el desayuno.

O eso esperaba que sea, un desayuno normal y real.

Y no otra excusa para hacer... cosas...

"..."

Luego del... "desayuno", ambas finalmente se encontraban yendo a la escuela.

Caminando juntas, por la vereda gris, viendo los carros pasar y a los demás alumnos caminando por la misma ruta.

Tanto Chelsea como Ruby tenian un dilema en la cabeza.

El mismo dilema.

"¿Debería tomarla de la mano?" Era lo que ambas se preguntaban.

Los nervios las dominaban a las dos, el hecho de que haya tanta gente cerca hacia que todo sea peor.

Sin embargo, en un arrebato de valentía, Chelsea tomo inesperadamente la mano de Ruby. La pequeña kraken se quedo estática por unos segundos al sentir el agarre de la pequeña sirena.

El tacto, ese contacto, era suave y cálido, se sentía apoyada, protegida, querida.

Sentía ese amor del que tanto hablaba Chelsea, ese amor que tanto había visto en los libros de fantasia, en los fanfics que a menudo leía, el mismo amor que veía por todos lados. Ahora ella lo sentia.

Y era asombroso.

"¿Que pasa, Gillman?, ¿te deje sin aliento o que?" Pregunto Chelsea, con una sonrisa triunfante y engreida.

"No... solo me sorprendiste..."

"Por favor linda, ya hemos hecho cosas aún más fuertes, esto no es nada"

"Supongo que tienes razón..." Respondió Ruby, sintiendo como un calor invadía sus mejillas, pintandolas de un leve color rojizo.

Chelsea sonrio, haciendo palpitar aún más fuerte el corazón de Ruby. 

La tímida kraken se perdió en los ojos de aquella hermosa sirena, esos ojos celestes, profundos, oscuros, únicos. Esos hermosos ojos... esa bella sonrisa... sus mejillas pintadas de rojo... todo en conjunto, era mucho que procesar.

 Plasmar todo lo que sentía en palabras, es algo... muy complicado.

Mejor, que lo demuestre con una acción inesperada.

Chelsea estaba por seguir alardeando de lo embobada que estaba Ruby, cuando sintió el impacto de sus labios contra los suyos, en un beso suave y profundo, tímido e inexperto, amoroso y con pasión.

Claramente, Chelsea no espero ni un segundo para corresponder el beso de Ruby. Aumentando la fuerza y las ganas de manera notable.

Ella podía comersela una y otra vez.

Y nunca tendría suficiente de ella.

Amaba su sabor.

Tan único y delicioso.

Un manjar que nunca antes había probado.

Un tesoro que agradecía haber encontrado.

Un placer nunca antes experimentado...

Muchas formas de describir este momento.

Pero, lo más importante es el ahora, el disfrutarlo sin pensarlo tanto. Simplemente, vivir el momento era mucho mejor.

Nada podria arruinarlo, esta conexión que tenían ambas, como se decian que se amaban sin necesidad de usar tantas palabras, como demostraban su amor sin importar nada más.

Como eran ellas mismas, pero mejores, ayudándose mutuamente para ser la mejor versión de si mismas.

Este amor... era especial, uno en un millón.

Imposible a la vista de muchos, inaceptable para algunos, doloroso para otros. Pero eso no importaba, siempre y cuando ambas acepten este amor, y quieran que ocurra, el resto no es importante.

Si, como se dijo antes.

Definitivamente, nada podría arruinar esto...

...

...

...

¿Verdad...?

Pues, lo siento por decirlo.

Pero...

Hay alguien...

En el fondo del océano...

Que no está de acuerdo con esta relación.



"𝐓𝐡𝐞 𝐜𝐮𝐫𝐬𝐞 𝐨𝐟 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐬𝐮𝐩𝐩𝐨𝐬𝐞𝐝 𝐥𝐨𝐯𝐞" [𝐂𝐡𝐞𝐥𝐛𝐲]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora