[Capitulo 13]

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Ella seguía incredula, simplemente no podia creer lo que sus ojos habían presenciado hace unos minutos.

Ruby, su hija, su querida, pequeña, inocente y dulce hija, experimentando su intimidad con...

Bueno, ni sabia quien era la chica que estaba junto a Ruby. De seguro alguna amiga de Ruby... o tal vez... se traté de una maldita pervertida abusadora que solo esta usando a su hija para complacerse.

Solo era eso, un tal vez.

El haber encontrado a su hija en una situación tan íntima fue demasiado para la pobre madre de Ruby, ella no se esperaba esto, menos de su querida y dulce hijita.

Algo pensaba ella, algo peligroso, en una posibilidad, similar a la que había llegado anteriormente.

"Esa chica esta aprovechándose de Ruby... su cara de extasiada lo dice todo... es obvio, ella no es más que una abusadora... mi pequeña Ruby nunca haría esas cosas, de seguro esta siendo influenciada por esa maldita perra de-" Sus pensamientos terminaron cuando vio como su pequeña, su tesoro, su todo, su hija Ruby llegaba a la sala, con la mirada baja y acompañada de la chica de la que ella hablaba.

Ahora si la pudo ver mejor, era una chica linda, bella y muy simpática. Tenia unos ojos azules muy bellos, su cabello color rojizo, una blusa celeste y unos pantalones largos del mismo color que el oceano. 

Siendo honesta, esa chica lucia bastante bien...

Peo claro, eso es lo que puedes decir viendola por fuera, uno nunca sabe la clase de barbaridades que se escondan detrás de ese rostro bonito. Aunque la señora Gillman ya se imaginaba que clase de persona era aquella chica por dentro.

"Mamá... y-yo" Dijo Ruby tomado la palabra, siendo interrumpida rápidamente por su madre.

"No digas nada Ruby, primero siéntate junto a tu... amiga" Ella no sabía como llamar a la chica que acompañaba a Ruby.

Ruby no dudo en hacer lo que su madre le ordeno, no quería hacer que se moleste aún más. Llevo a Chelsea a la mesa, sentándose una al lado de la otra.

En ningún momento soltaron sus manos. Eso las hacia sentir seguras, protegidas, les daba el valor de arriesgarse y dar la cara por su amor.

Definitivamente eso necesitaban, valor. Valor para enfrentar esta situación... y salir ilesas.

"Bien... Ruby, cariño, ¿por que no empezamos por el principio?, ya sabes... no es bueno apresurar las cosas"

Ruby entendio rápidamente la indirecta, y solo agachó la cabeza con más miedo y vergüenza. El tono de voz con el que hablaba su madre no era normal, y eso solo la ponía más nerviosa.

"Señorita Gillman..." Dijo Chelsea, llamado la atención tanto de la madre como de la hija "Lamento no haberme presentado ante usted de la manera adecuada... yo... no pensé que-"

"¿No pensaste que?, ¿que no subiría al cuarto para ver a mi hija?, ¿querías seguir aprovechandote de ella aún más tiempo, eh?, ¡¿acaso no fue suficiente todo el tiempo que les di para que bajen por su cuenta?!"

Chelsea arrugó su rostro, en una expresión de nervios y terror. No sabía como responder, nunca tuvo a una autoridad como esta delante suya, alguien que la hacia sentir débil e indefensa con solo hablar.

Aún asi, reunió el coraje para seguir adelante y continuar con lo que decia.

"En serio, lamento mucho eso, es que... ya sabe... somos adolescentes y... las hormonas-"

"Si, si, entiendo eso, no tienes que decirlo"  Dijo la madre de Ruby con una expresion para nada contenta "¿Pero no podías esperarte al menos a que me vaya?, ¡¿tenías que devorar a mi hija en mi propia casa mientras yo estaba presente?!"

"𝐓𝐡𝐞 𝐜𝐮𝐫𝐬𝐞 𝐨𝐟 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐬𝐮𝐩𝐩𝐨𝐬𝐞𝐝 𝐥𝐨𝐯𝐞" [𝐂𝐡𝐞𝐥𝐛𝐲]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora