Un mal día

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Sirius estaba molesto desde muy temprano en la mañana, pero no había sido así del todo. Sirius se había levantado, de hecho, con un muy buen humor hasta que en el desayuno una majestuosa lechuza negra aterrizó frente a él con mucha más gracia y elegancia que cualquier otra lechuza, esta tenía atada en la pata una carta, en cuánto el chico la desató la lechuza emprendió de nuevo el vuelo sin siquiera esperar un bocadillo, con tan solo abrir la carta su semblante cambió por completo, su cuerpo se tensó y el aire cambió con él, sin siquiera haber terminado su comida ni dirigirle una mirada a ellos, ni una de reojo a James, salió del Gran Comedor dejándolos bastante preocupados a los tres.

Peter frunció el ceño y con un tenedor señaló el, ahora, vacío asiento donde había estado Sirius.

- Qué acaba de pasar?

James tenía una mirada seria y tensó un poco su mandíbula.

- Los Black, eso pasó.

Durante todo el día no lo vieron, hasta mucho después, luego de sus clases, James lo encontró en la Sala Común con una mirada nublada y no le había dirigido la palabra. Remus estaba en la biblioteca cuando un preocupado James le contó lo sucedido.

- Solo hay que darle su espacio James y que piense - aconsejó Remus y James suspiró -.

- Ha tenido todo el jodido día Moony - recordó exasperado -.

Remus sabía que lo dicho por James era cierto, pero también sabía, más que nadie, que " todo el jodido día" no era suficiente cuando pensabas en cosas delicadas y lo cierto era que él también había estado bastante preocupado, aunque era de Sirius Black de quién estaba hablando, si Sirius quería estar solo ni David Bowie lograría convencerlo de lo contrario.

Remus optó por subir a la Sala Común y lo encontró justo donde James lo había dejado, el chico tenía un aura de asesino y sus músculos tensos, y Remus aunque sabía que estaba mal debía admitir que ese aura le excitaba un poco, pero detrás de ese comportamiento podía vislumbrar un poco de temor y miedo. Se acercó a él haciendo solo un poco de ruido a su paso para darle tiempo de sentir su presencia y cuando sus miradas conectaron Remus sintió que era su oportunidad de acercarse y antes de que Black pudiera decir algo, lo dejó sin palabras al sentarse en las piernas del pelinegro y enterrar su nariz en el cabello del chico y lo que dejaba atónito a Sirius era que su Remus acababa de hacer todo aquello frente a todos cuando ni siquiera lo hacía frente a sus amigos más cercanos.

Remus sabía que eso lo había dejado impresionado porque no solía hacer este tipo de demostración afectuosa en público, pero sabía que esta vez su chico necesitaba de una distracción y Sirius era mucho de contacto físico por lo que la próxima vez que sus ojos se encontraron Sirius lucía sorprendido, complacido y con un ligero toque de diversión en sus ojos, lo que alivió un poco a Remus.

- Hoy te extrañamos mucho, yo te extrañé mucho - le dijo en voz baja, muy cerca de sus labios -.

Sirius rodeó su cintura con sus fuertes brazos y lo apretó un poco para ocultar su rostro en su pecho, se recostó en el sofá  y cuando habló desde allí, con una voz ronca y baja, casi como si gruñera, el corazón de Remus se aceleró.

- Y yo a ti Moony, cuéntame de tu día.

- No hice nada grandioso, solo he sido un buen alumno.

- Solo quiero oír tu voz, por favor.

El castaño simplemente no podía decirle que no a este Sirius.

Remus le complació, comenzó a hablar sobre su día con voz calma y agradable haciendo que tanto la mente como el cuerpo de su novio se ablandara y relajara por completo.

- Ahora James y Peter deben pasar media hora con Filch por toda una semana.

Remus se sintió aliviado y victorioso al sentir una pequeña sonrisa contra su pecho.

- Son unos idiotas, si no estoy yo, todo les sale mal.

Otro día Remus le hubiera discutido aquello, pero hoy si Sirius le decía que  los dragones eran inofensivos entonces los dragones eran inofensivos.

- Tienes razón, por ello procura no dejarnos por mucho tiempo.

Sirius levantó la mirada y ciertamente la tenía más despejada, menos abrumada.

- Lo siento.

- No, está bien, todos necesitamos nuestro espacio.

- Aún así - dijo apretando su abrazo -. Seguro que hoy todos aprovecharon para mirarte ya que no estaba yo para gruñirles, eso no puede ser.

- Entonces lo haces a propósito? - preguntó Remus sinceramente sorprendido, lo había notado, pero creía que era Sirius de manera inconsciente, después de todo era un perro -.

- Claro que lo hago a propósito - corroboró con una sonrisa traviesa -.

- Pareces un loco - acusó Remus, evitando sonreír -.

- Cualquier cosa por defender lo que es mío - le avisó Sirius dejando un sonoro beso en su mejilla -.









Publico esto un año después de haber estado perdido en uno de mis tantos cuadernos y de ni siquiera recordar su existencia y estaba a punto de no publicarlo porque no tiene un punto la historia, pero me pareció lindo porque todos deberíamos de tener un Remus Lupin ( o el merodeador de su preferencia xd ) con el cual poder hacer más ameno los malos días.

Cuídense y tomen awita 💕✨

Un mal día para Padfoot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora