Miraculous: Las aventuras de Aquila & Black Wolf

Capítulo #2: Jack

—Jack, no, no puedes ser tú —murmuró incapaz de apartar la vista del chico, quien acababa de volverse a transformar y se retiraba del lugar.

Jack Greystone, era un joven actor muy famoso y muy conocido, ya que su fama también incluía ser el hijo único de Liam Greystone, un exitoso productor, director y guionista, dueño de una productora cinematográfica y Kate Conner, una actriz de cine. Aunque para Elisa solo era Jack, su mejor amigo de toda la vida .

—Elisa, respira, ¿estás bien? —dijo una suave voz; sin darse cuenta Aquila acababa de destransformarse y volando junto a ella se encontraba un kwami con forma de águila.
—Pero... Es Jack... No puede ser... ¿Esto es una broma? ¿Estoy soñando, Nassir? —preguntó a su kwami.
—No, se que estás confundida pero es mejor que vayamos a casa, puede ser peligroso que te quedes aquí.
La chica asintió, no sabía como reacción sus sentimientos se encontraban mezclados al igual que sus pensamientos, no sabía qué hacer, no solo había descubierto la identidad de su fiel compañero si no que resultaba que todos esos años había estado peleando codo a codo con su mejor amigo; dejando de lado su tormenta de pensamientos se volvió a transformar y se dirigió rápidamente a su casa, no podía permitir que alguien la atrapara con la guardia baja.

—Enserio, Nassir, ¿era Jack? —volvió a preguntar la chica mientras se lanzaba a su cama.
—Elisa, es la quinta vez que me lo preguntas —suspiró el kwami—, lo que viste es real ¿Por qué es tan difícil aceptarlo?
—Si, es muy difícil, no puede ser Jack —confesó, sentándose en la cama—. Black Wolf siempre es un héroe muy sabio, serio y enfocado, sabe cómo reaccionar a situaciones difíciles de forma rápida y sin perder la calma.
—¿Y por qué no crees que Jack pueda ser así?
—Pues... Lo conozco desde los 4 años, básicamente crecimos juntos, se todo sobre él, detrás de esa fachada como un actor genial es en realidad un pequeño rebelde y la palabra tranquilidad no existe en su vocabulario.
—O eso era lo que creías, después de todo no sabías todo sobre él. —le recordó Nassir volando hacia ella.
—Bueno, es verdad —se acostó en su cama, derrotada— en realidad nunca creí que fuera de las personas que guardara secretos, no a mi
—No deberías molestarte con él, después de todo tu le haces lo mismo. Las identidades no es algo que deban compartir a la ligera.
—Lo que en verdad me preocupa es que, si me gusta Black ¿eso significa que también estoy enamorada de Jack? —suspiró frustrada y se levantó de la cama.
—Puede ser pero tendrás que pensar bien en tus sentimientos —hizo una pausa antes de seguir hablando—, ¿Qué harás ahora?, tu sabes su identidad pero él no lo sabe. —Elisa dudó un momento antes de responder.
—Debería decírselo, es demasiado injusto que sólo yo conozca su identidad —sonrió—, además, es Jack, mi identidad estará segura con él.
Elisa dió la vuelta y su mirada se topó con la pequeña caja que había ocasionado su pequeño conflicto interno.
—Y creo que tengo la excusa perfecta para reunirme con él—dijo en voz alta y se volvió a transformar, sacó un comunicador de su escudo y llamó a Black pero no hubo respuesta, intentó dos veces más pero sin éxito y decidió dejar un mensaje—.  Black, dejaste caer una pequeña caja cuando te fuiste, nos vemos a las 10 en el edificio de siempre para entregártela.

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Habían pasado horas desde que Jack había llegado a su casa, y parecía que un tornado había atacado su habitación.
Al llegar a su casa se dio cuenta que el regalo que había comprado esa mañana ya no se encontraba en su bolsillo y lo había buscado en cada rincón de su habitación.

—Deberías rendirte, Jack, no esta aqui en la casa, solo estás desordenando el lugar —exclamó con calma Wolfry, su kwami, con forma de lobo gris.
—No, Wolfry, tiene que estar aquí —respondió molesto mientras buscaba por décima vez debajo de su cama—. Además si no vas a ayudar es mejor que no me desconcentres.
—Hey, trato de ayudar, necesitas estar calmado para pensar mejor —contestó su compañero— ¿Por qué no regresas a esa tienda y compras otro collar?
—Es imposible, tardé meses en poder conseguirlo —se sentó, derrotado, en el suelo.
—Entonces deberías aceptar que lo más probable es que lo hayas perdido de camino aquí.
—¡Es verdad!, debo buscarla en el camino que recorrí, Wolfry, transformame.
Al transformarse Jack se da cuenta del mensaje que Aquila le había dejado, mira su reloj, faltaban 15 minutos para al hora acordada. Como era costumbre antes de salir revisó en su computadora las cámaras de seguridad, aún nadie se había dado cuenta de que había dejado la ventana de su habitación como un punto ciego, sonrió y fue al lugar establecido, un edificio alto cercano a los muelles.