Capitulo 1: Sola en el frío

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El viento aullante barría el paisaje desolado, haciendo que los copos de nieve giraran en una danza frenética. Mildred se acurrucaba en su pequeña cabaña, sintiendo una sensación de desolación que envolvía su corazón. Sostenía un diario ajado entre sus manos, cuyas páginas estaban cubiertas de recuerdos aún por escribir.

Con dedos temblorosos, Mildred sumergió su pluma en el tintero y comenzó a escribir. El rasguño de la pluma contra el papel resonaba en la quietud de la habitación, coincidiendo con el ritmo de sus pensamientos turbados.

"Han pasado meses desde aquel fatídico día en el que recibí la noticia. La devastadora noticia que destrozó mi mundo y me dejó sola en el Norte Congelado", escribió, mientras sus palabras se plasmaban en el papel como un desahogo para su dolor.

Los padres de Mildred, se habían ido, sus vidas truncadas trágicamente. Su ausencia dejaba un vacío indescriptible en su interior, un vacío que estaba determinada a llenar.

Mientras volcaba su corazón en la página, sus ojos captaron un movimiento fuera de la ventana empañada. Un lobo, con su pelaje blanco como la nieve, la miraba con ojos penetrantes. Era como si la criatura percibiera su dolor, su presencia testigo silenciosa de su sufrimiento.

"Hola," susurró ella, su voz apenas audible sobre el viento afuera.

El lobo emitió un suave gemido y dio un paso más cerca, sus ojos nunca apartaron su mirada de los de ella. Golpeó la ventana con su pata, como si estuviera pidiéndole que lo dejara entrar. Movida por un impulso que no podía explicar, Mildred desengancho la ventana y la abrió de par en par. El lobo se abrió paso con su hocico.

"Gracias", habló el lobo, su voz era un ronroneo bajo que parecía resonar dentro de ella.

"Pareces preocupado, niña", dijo el lobo suavemente, su mirada suavizándose mientras la estudiaba. "Traje algo para calentarte". Dicho esto, sacó un paquete de cacao de debajo de su larga capa.

Los ojos de Mildred se abrieron de incredulidad. "¿Tienes cacao?"

El lobo asintió, un destello de diversión en sus ojos. "En efecto. Pero ¿tienes agua caliente?"

Mildred asintió con entusiasmo. "Espera aquí", dijo antes de desaparecer en su pequeña cocina. Llenó una tetera con agua y la puso a hervir, su mente corriendo con mil preguntas. ¿Quién era este lobo?

Cuando regresó con la tetera humeante, la mirada del lobo estaba fija en el diario que ella había dejado abierto en su mesa. Mildred vaciló por un momento, insegura de cómo reaccionar. Pero luego decidió fingir que no lo había notado.

"Aquí están nuestras tazas de agua caliente", dijo, colocando las tazas en la mesa.

El lobo asintió agradecido y comenzó a preparar el cacao, sus patas trabajaban hábilmente con las delicadas tazas. Una vez que las bebidas estuvieron listas, le entregó una a Mildred, quien la sostuvo cerca de su pecho, agradecida por el calor que se filtraba entre sus dedos.

Mientras sorbía el cacao, la mirada del lobo se volvió pensativa. "¿Qué te trae afuera en el frío, completamente sola?"

Mildred miró a sus ojos, sintiendo una rara comprensión. "Es una larga historia", dijo.

El lobo la animó a continuar, "Bueno, tengo mucho tiempo".

Así que Mildred comenzó, "Todo comenzó hace unos 130 años. Nací 2 años después de mi hermana, Susie. A diferencia de ella, mi magia ya era poderosa desde entonces. Es caótica y crea ranas dondequiera que voy. Traje muchos problemas para la gente a mi alrededor. Hasta que un día, mis padres decidieron ir a El Norte Congelado para encontrarme una poción, y..."

Here In The Heathers (Versión En Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora