Introducción

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Para Harry, el mejor día de su vida fue aquel en el que Rubius Hagrid, entró por la puerta de aquella torre (la cual parecía que se iba a caer a cachos) y le contó absolutamente todo acerca de cómo realmente era Harry, que no era un niño cualquiera, como aquel mocoso de Dudley.

Aquel mismo día (aunque horas después), llegaron a aquel Pub: 'el Caldero Chorreante'. Allí, todo el mundo se acercaba en manadas únicamente para estrecharle la mano a Harry, que solamente tenía 11 años. Todos estaban halagados de conocerlo, e incluso algunos lloraban. Harry no acababa de entender mucho la situación, pues aún estaba algo desubicado, y le parecía muy extraño que un niño como él, realmente fuera alguien importante.

Tras un largo rato de estrechar sudorosas, frías y ásperas manos, Hagrid logró abrirse paso entre la multitud y llevarse al pequeño Harry fuera de todo ese gentío abrumante. Depararon justo en frente de un gran muro de ladrillos, el cual Hagrid golpeó en distintos sitios, y éste se abrió, para dar lugar al famoso Callejón Diagón.

Después de un rato de asimilación para Harry, fueron al gran y único banco para Magos: Gringotts. Y luego fueron a comprar una varita para Harry, su caldero, libros, la lechuza (la cuál Hagrid le regaló por su cumpleaños) y muchas más cosas. Pero solamente una de esas innumerables tiendas por las que pasaron, fue distinta para Harry.

Así es la vida, ¿no crees?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora