Capítulo 8: Orleans - Encuentro con un santo

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Después de una larga caminata, somos recibidos por la vista de altos muros en el horizonte. Un poco más y llegamos a una pequeña fortaleza.

"¡Lo hicimos!" Ritsuka aplaude.

Sin embargo, a medida que nos acercábamos a la fortaleza de piedra, su entusiasmo fue inmediatamente reemplazado por temor.

La fortaleza que estaba frente a nosotros estaba más cerca de las ruinas que de una poderosa fortaleza. Las paredes del fuerte se estaban desmoronando por las costuras y la vegetación se elevaba lentamente a lo largo de la piedra misma.

"¿Qué pasó aquí...? ¿Algún tipo de batalla?" preguntó Mashu.

"No." Mi voz suena. "Eche un vistazo más de cerca. No hay marcas de quemaduras en las paredes, no hay escaleras rotas. Esto claramente no fue un asedio... al menos no uno hecho por el ejército inglés".

Ritsuka solo mira fijamente la fortaleza de piedra mientras la tristeza crece en su corazón. "¿Pero qué pasó aquí?" Su mirada se vuelve hacia las puertas ligeramente inclinadas.

En ese momento, Semiramis apareció a mi lado. "La fortaleza está llena de soldados heridos y cansados. Los que tienen menos heridas están atendiendo a los que están gravemente heridos. Los que encontramos en el camino probablemente fueron enviados a patrullar el perímetro".

"... tendremos que investigar." Me dirijo a Artoria. "¿Puedes cambiar a Forma Espiritual para que no te vean? No podemos repetir lo de la última vez".

"Muy bien." El cuerpo de Artoria en un jirón de luz. Aunque técnicamente está allí, no tiene un cuerpo físico para interactuar con el mundo.

"¡Oye! ¿¡Qué estás haciendo aquí!?" Un soldado grita mientras desenvaina su espada.

"Bonjour. Somos viajeros. No estamos aquí para hacerle daño. Por favor, bajen sus armas, señor". Mashu dijo.

'Ella tiene el acento bajo, pero todavía es muy tosco en los bordes'. Pensé.

"¿Tú no eres... un enemigo?" El soldado baja su arma antes de desplomarse en el suelo, exhausto. "Gracias a dios."

La voz de Cú Chulainn entra en mis oídos. "Vaya, o estos tipos son demasiado flojos para su propio bien o-"

" No tienen fuerzas para continuar". Terminó Artoria.

"No entiendo. ¿Por qué la guerra sigue? El rey Carlos VII debería haber firmado un tratado de paz con el rey Felipe III. No hay razón para seguir luchando". Mashu dijo.

El soldado mira perplejo. "Espera, ¿estás diciendo que no lo sabes?"

"¿Saber qué?" pregunta Ritsuka.

"El rey Carlos VII está muerto. Fue quemado por las llamas de la bruja". El soldado aclara, sorprendiendo a todos.

[Si está muerto, los franceses no tendrán motivos para pedir un alto el fuego. Simplemente seguirán peleando la guerra hasta que su espíritu esté casi roto]

"¿Sabes quién lo hizo?" preguntó Mashu.

"Todo el mundo sabe quién lo hizo". El soldado afirma. "Era Jeanne d'Arc. Resucitada como la 'Bruja Dragón'".

"¿¡Qué acaba de decir!?" Olga Marie se quedó boquiabierta.

"Eso no puede ser correcto". comenzó Romaní. "Jeanne d'Arc fue una figura fundamental durante la Guerra de los Cien Años y apoyó a Carlos VII durante toda la guerra, incluso ayudándolo a convertirse en rey de Francia. No hay forma de que ella hiciera algo así".

"Pareces haber omitido un detalle importante, Romani; fue quemada en la hoguera". le recordó da Vinci. "Es posible que haya sido convocada como Servant y esté buscando venganza".

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